La biotecnológica asturiana Arquea acaba de convertirse en una de las protagonistas de los Premios Radar al talento emprendedor de Asturias, gracias a una innovación que promete transformar la seguridad alimentaria en Europa.
La compañía ha patentado un sistema capaz de detectar Listeria monocytogenes en apenas 60 minutos, una reducción drástica si se compara con los métodos tradicionales, que requieren entre 24 y 48 horas para entregar resultados fiables. La innovación ya inició su fase de comercialización y se perfila como una herramienta de impacto para industrias que operan con márgenes estrechos y altos estándares sanitarios.
Un laboratorio portátil de alta precisión
El dispositivo creado por Arquea funciona como un laboratorio en miniatura, diseñado especialmente para pymes dedicadas a la transformación de alimentos como leche, carne, pescado, frutas y verduras, sectores donde los brotes de listeria pueden implicar retiradas masivas, pérdidas millonarias y riesgos graves para la salud pública. La tecnología integra sensores de alta sensibilidad con un sistema de análisis molecular rápido, disminuyendo la dependencia de laboratorios externos y acelerando la toma de decisiones operativas.
En Europa, los brotes de listeria tienen un impacto económico significativo. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), cada retirada de producto puede costar desde 50.000 hasta más de un millón de euros, dependiendo del volumen y del mercado afectado. La rapidez en la detección es, por tanto, un factor determinante para evitar crisis reputacionales y económicas.
Ahorro operativo y mejor gestión del riesgo
Uno de los beneficios clave del dispositivo es su capacidad para reducir los falsos positivos, un problema que obliga a detener líneas de producción mientras se realizan verificaciones adicionales. Estas paradas no solo generan costes directos, sino que también afectan los tiempos de distribución. Con la tecnología de Arquea, las empresas pueden obtener resultados en tiempo real, ajustar procesos y garantizar que sus productos cumplan con los estándares de inocuidad exigidos tanto por la normativa española como por el Reglamento (CE) 2073/2005 de la Unión Europea.
Además, el sistema incluye una plataforma informática que permite registrar, ordenar y analizar los controles de calidad internos, facilitando auditorías, certificaciones y trazabilidad, elementos cada vez más demandados por cadenas de supermercados y distribuidores globales.
Un origen industrial con proyección alimentaria
Arquea es una de las pocas firmas de biotecnología con sede en Asturias, y su equipo científico proviene en gran parte del entorno industrial de ArcelorMittal. Su experiencia en el control de legionela en torres de refrigeración industriales —donde la detección temprana es crucial para evitar brotes— sirvió como base para trasladar este conocimiento al ámbito alimentario, donde la demanda de tecnologías más rápidas y accesibles es creciente.
Rutas comerciales y expansión europea
Con el dispositivo ya disponible para el sector productivo, la compañía trabaja ahora en consolidar su presencia en el mercado español, donde operan más de 30.000 industrias alimentarias, la mayoría pymes que necesitan soluciones asequibles y de aplicación inmediata. El siguiente paso es expandirse al mercado europeo, donde la armonización normativa facilita la entrada y donde la demanda de sistemas de diagnóstico rápido se estima que crecerá por encima del 10% anual en los próximos cinco años, impulsada por la digitalización de los controles sanitarios y la presión regulatoria.
La apuesta de Arquea se suma a la tendencia global de incorporar herramientas de análisis molecular rápido en la cadena alimentaria, un sector que avanza hacia modelos de producción más seguros, automatizados y sostenibles. Su innovación no solo reduce tiempos: redefine el estándar de vigilancia microbiológica y democratiza el acceso a tecnologías antes reservadas a grandes laboratorios.



