Manuka es una de las empresas que cuenta con el 100% de sus predios lecheros certificados por la ejecución de prácticas sostenibles en lo ambiental, social y económico.
Hace más de un año un centenar de predios lecheros de Chile, entre ellos los de Manuka, comenzaron un proceso de certificación en sustentabilidad bajo el programa Chile Origen Consciente, iniciativa liderada por el Ministerio de Agricultura a través de su Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y el Consorcio Lechero.
Los predios que participaron de forma voluntaria en el proceso de certificación en sustentabilidad están ubicados en diferentes regiones del país, desde la Región de Valparaíso hasta la de Los Lagos. El objetivo de este estándar se centra en reconocer la ejecución de prácticas responsables para la obtención de una leche producida de manera sostenible.
Manuka, la lechera más grande del país fue parte de este proceso y logró la certificación de sus 59 predios lecheros obteniendo la acreditación más alta de 3 años por parte del Ministerio de Agricultura y organizaciones públicas y privadas, quienes hicieron posible generar el trabajo y demostrar que la producción láctea puede cumplir con los estándares necesarios en cuanto a sostenibilidad, bienestar animal y cuidado del medio ambiente en general.
“Nos interesó mucho esta iniciativa debido a su estrecha alineación con nuestra estrategia de sustentabilidad, ya que evalúa y considera aspectos fundamentales de nuestros actuales pilares de trabajo. Sin duda la obtención del sello en el 100% de nuestros predios lecheros es un paso significativo que refleja nuestro compromiso de seguir avanzando hacia un futuro más sostenible para la producción lechera”, comentó Moisés Saravia, gerente general de Manuka.
El estándar se compone de diez áreas que abarcan aspectos sociales, ambientales y económicos. En este sentido, se revisan 10 aspectos del proceso de producción de la leche referidos a la gestión de residuos, bienestar animal, gestión hídrica, biodiversidad, manejo de suelo, calidad e inocuidad, gestión energética y emisiones de gases de efecto invernadero, trabajo y protección social, gestión económica y relación con las comunidades.
“Cada uno de los aspectos evaluados por el estándar juega un aspecto crucial en el proceso, y refleja de forma fehaciente un enfoque y la ejecución de prácticas responsables y respetuosas con el entorno y nuestros animales”, agregó Cristian Cabrera, gerente técnico de la empresa.
Sin lugar a dudas la adhesión de más de 37 empresas de producción lechera a este estándar habla del compromiso de los productores nacionales por mantener esta actividad tan identitaria de nuestro sector, de tal forma que sea un aporte significativo para la alimentación de nuestro país y de futuras generaciones.