El helado japonés Cellato es el más caro del mundo. Te costará casi tanto como irte de vacaciones, así lo aseguran en el récord Guinness.
¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por tu helado favorito? Un nuevo récord Guinness ha nombrado al helado japonés de Cellato como el más caro del mundo, valorado en 873.400 yenes japoneses, casi 6.000 euros (es decir, el equivalente a unas muy buenas vacaciones en familia).
La marca japonesa de helados Cellato se propuso conseguir el llamativo título de Guinness World Records, creando un postre muy especial elaborado con ingredientes raros que hizo que su precio alcanzara una cifra estratosférica.
Más allá de conseguir el helado más caro, la marca quería fusionar ingredientes europeos y japoneses y para ello contaron con Tadayoshi Yamada, el jefe de cocina de RiVi, un restaurante en Osaka conocido por su imaginativa cocina fusión.
“Desafortunadamente, el equipo de Guinness World Records no pudo probar esta hermosa delicia”, subrayan en un comunicado. Pero según el personal de Cellato, que participó en la sesión de degustación, es rico en sabor y textura. Según dicen, tiene una fragancia robusta de la trufa blanca que llena la boca y la nariz, seguida de sabores complejos y afrutados del Parmigiano Reggiano. Las lías de sake rematan la gloriosa experiencia de sabor.
LOS INGREDIENTES
Pero, ¿por qué es tan caro? El postre, llamado** byakuya**, significa "noche blanca" en japonés, pero hace referencia a sus ingredientes italianos: trufa blanca y queso Parmigiano Reggiano. Aunque en realidad, son tres porque faltarían las lías de sake.
Tal y como explican en su web, este helado premium está elaborado con abundante trufa blanca, que hace que su precio se dispare, ya que un kilo cuesta 2 millones de yenes, unos 13.000 euros. No es de extrañar que a este tipo de trufas se las conozca como diamantes blancos. Provienen de Alba, hogar de las mejores trufas de Italia.
El helado se completa con una hoja de oro comestible, dos tipos de queso y "Sakekasu", un ingrediente similar a una pasta derivado del proceso de elaboración del sake, muy típico de Japón que, además, le aporta dulzura.
“Nos tomó más de un año y medio desarrollarlo, con muchas pruebas y errores para obtener el sabor correcto. Lograr un título de Guinness World Records hizo que el esfuerzo valiera la pena”, explicaron desde Cellato.