La empresa cárnica estatal de Cienfuegos elabora embutidos con harinas de arroz y yuca, además de maicena, según reporte de la prensa local.
La mezcla de esos insumos para la fabricación de jamones responde al déficit de harina trigo que existe en el país
Jiménez Marrero aseguró, además, que han tenido buenos resultados y que esa es una inventiva de un grupo de trabajadores de la empresa cárnica para que “la industria no se detenga y siga desarrollándose”.
Esas producciones, apuntó, se distribuyen en centros recreativos, donde las venden en saladitos o bocaditos, con buena aceptación.
Comentó también que esa iniciativa la desarrollan desde la llegada de unas máquinas que permite empaquetar sus productos en formatos pequeños ya lasqueados, similiares a los que se importan de España e Italia.
“En estos momentos en el Cárnico de Cienfuegos, logramos obtener esos productos en pequeños formatos, lasqueados, que es fácil para el consumo”, aseguró Jiménez Marrero, aunque el anota no hay opiniones de los consumidores de esas “iniciativas” para paliar la escasez de insumos en la industria alimentaria cubana.
Las harinas de yuca y de arroz, además de la maicena que o harina de almidón de maíz son cada vez más empleadas en la producción de alimentos en el país.
La escasez de harina para la producción de pan, galletas y otros productos se extiende a todo el país y el régimen asegura que no puede comprar las cantidades necesarias para suplir la demanda porque esta materia prima se encareció tras la pandemia de Covid-19.
En medio de la escasez de alimentos varias provincias de la isla elaboran productos con la llamada "materia prima alternativa".
En Las Tunas se producen croquetas de pescado con harina de yuca. Cienfuegos retomó la producción de lácteos usando soya, maicena y arroz, y Camagüey ya usaba harina de arroz, de yuca o el suero lácteo para aumentar la oferta de alimentos.