Las primeras investigaciones muestran que los defectos en las papas o patatas son probablemente el resultado de las deficiencias del calcio en la patata y que los tubérculos con el calcio están ligados genéticamente. Ni los consumidores en los supermercados ni las empresas que utilizan las patatas para patatas fritas quieren estos productos defectuosos bajos en calcio. Además de los problemas estéticos, estas patatas son más propensas a la putrefacción.
La mayoría de las variedades cultivadas de la papa tienen niveles naturalmente bajos de calcio. Así que los investigadores de la USDA-ARS y la Universidad de Wisconsin-Madison, incluyendo Shelley Jansky, John Bamberg y Jiwan Palta analizaron las patatas silvestres. Su propósito fue obtener nuevas variedades de patata con niveles altos en calcio.
Muchos parientes silvestres de papa están todavía presentes en América del Sur. Su presencia significa que los cultivadores de plantas de patata en esa región a menudo intercambian genes con especies silvestres. "Esa es una forma de continúar con la evolucion a medida que cambia el clima o cambiar los patrones de enfermedades y plagas," dice Jansky. "Pero en Estados Unidos, hemos eliminado nuestras papas de ese ambiente. Tenemos que producir nuevos genes silvestres si queremos mejorar nuestros cultivos".
Estos parientes silvestres son un recurso muy valioso para los científicos de todo el país. "Si viajas por la carretera puedes ver estas plantas silvestres, la maleza crece a lo largo de los caminos y campos", dice Jansky. "Siempre hemos buscado rasgo de especies silvestres en las papas y no hemos sido capaces de encontrarlo".
Y así fue como en la busqueda de una patata con alto contenido de calcio que el equipo encontró una papa silvestre con casi siete veces más calcio que una variedad de costumbre.
Luego Jansky y sus colegas cruzaron las patatas de alto y bajo contenido de calcio. Las generaciones resultantes mostraron un patrón molecular en el ADN de la planta. Este patrón llevó a los investigadores a obtener el atributo que genera el calcio en la planta.
"Encontrar este marcador para nosotros nos permitió que otros programas de cría puedan avanzar más rápido y con alto contenido de calcio," dice Jansky. "Esto ha sido difícil, llevó mucho tiempo y nos dió un laborioso proceso."
Un programa de cría típica crece y se evalúa hasta 100.000 plántulas cada año. Se tarda entre 10 a 15 años para liberar una variedad particular de planta de cultivo.
Sin embargo, el proceso se simplifica con marcadores moleculares conocidos. "Podemos recoger el ADN de las plántulas y comprobar si estos marcadores moleculares estan en ellas", dice Yong Suk Chung, el primer autor de este estudio. "Si usted tiene el marcador correcto, luego puede seleccionar aquellas semilleras y ahorrar una enorme cantidad de tiempo y trabajo."
