SEXPO Ciruelas Secas, organizada por Chileprunes, adelanta lo que será su exposición sobre los nuevos competidores que se avecinan.
En la industria mundial de la ciruela siempre se habla de los cuatro grandes productores: Francia, Estados Unidos (más bien, California), Argentina y Chile, siendo este último el principal exportador de esta fruta en el mundo.
Sin embargo, para el ingeniero comercial y director de negocios, Sebastián Valdés, siempre es importante estar observando a los nuevos entrantes, aquellos que por precio o por una oferta innovadora son capaces de ganar participación de mercado rápidamente.
En la agricultura, dice, los precios se mueven principalmente por movimientos de la oferta, que es la que suele tener fluctuaciones más expresivas por las condiciones climáticas en el corto plazo. Es lo que hemos vivido en los últimos años, con la oferta contraída por “eventos climáticos” en California, Francia y Argentina, y con el alza de la ciruela europea fresca en Chile, que mantuvo el precio de las ciruelas en niveles muy elevados.
La entrada de nuevos proveedores validados por el mercado tendría el efecto contrario, por lo que hay que seguir de cerca la evolución de “la otra competencia”.
El caso de Uzbekistán es un ejemplo y una realidad, tanto por el volumen alcanzado como por los mercados a los que abastece. Si bien en 2016 exportaba cerca de 20 mil toneladas anuales, ahora esa cifra llega a 33 mil, lo que convierte a esta nación en el tercer exportador mundial, apenas un poco detrás del segundo, Estados Unidos.
Y si antes colocaba sus productos en países vecinos, ahora hace más ruido, porque un porcentaje importante de su volumen va a China y Rusia, mercados relevantes para Chile.
El caso de China es una amenaza mayor, pero menos tangible. Me viene a la mente el caso de las nueces, cuando en un año (2019) el volumen exportado por Chile fue prácticamente igual, “lo que recalentó y desalineó el mercado hasta hoy. Cifras extraoficiales hablan de cerca de 50 mil hectáreas plantadas de ciruelo europeo, cuatro veces lo que tiene Chile, lo que sin duda asusta si una porción importante se deshidrata”, agrega Valdés.
Por otro lado, también están Serbia y Moldavia, que tienen una larga tradición en el secado, comercialización y exportación de ciruelas, y que últimamente se han organizado para dar mayor valor a su producto y hacerlo más competitivo. Sus volúmenes no son despreciables y se acercan bastante a los de Argentina, por ejemplo.
La invitación para la próxima Expo Ciruelas Secas 2024, que se llevará a cabo en marzo, en el Centro de Eventos Monticello, es evaluar los riesgos y cómo afrontarlos, “se trata de pesarlos, medirlos y ver bien lo riesgosos que son. realmente lo son, para nuestra industria a medio y largo plazo”, afirma el experto.