Los sistemas de envasado para alimentos inciden directamente en todas las áreas de seguridad alimentaria y sirven para crear cadenas de valor que promuevan la disminución de los costos.
La lucha contra el hambre es uno de los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad, y tal es el grado de este reto, que se encuentra como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de las Naciones Unidas, donde se insta a las naciones a acabar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030. Uno de los motores principales para paliar la crisis de alimentos es la seguridad alimentaria, ya que de ella deriva no solo la calidad de los alimentos, sino también el acceso y los precios de estos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares (ENIGH), en México 18.6 millones de familias encuentran dificultades para satisfacer las necesidades alimentarias, y el mayor gasto presupuestal para las familias dentro de este rubro está destinado a la compra de alimentos cárnicos. Por su parte, la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura define al desperdicio de alimentos como la disminución en cantidad o calidad de los alimentos derivada de acciones dentro de la cadena logística, además de estimar el desperdicio de alimentos en un 30% de la producción total de alimentos a nivel global.
Uno de los factores más relevantes dentro de la seguridad alimentaria es el envase de alimentos, ya que gracias a esto podemos disminuir de manera efectiva el daño de los productos, así como prolongar su tiempo de vida útil y mantener sus cualidades nutritivas. Además de las ventajas inherentes al envasado de producto, existen otras ventajas que pocasveces podemos analizar, pues al contar con tecnologías que permitan el envasado al vacío de los alimentos, las cadenas de logística disminuyen sus costos operativos al poder colocar y distribuir mayor cantidad de productos.
Por otro lado, las soluciones de envasado al vacío para proteína animal, en conjunto con buenas prácticas de manufactura y cadena de frío, son ideales para prolongar la vida útil de los productos, lo que significa que el desperdicio de alimentos por descomposición se reduce de manera muy importante.
“En Sealed Air tenemos 60 años desarrollando soluciones de envasado para la industria de alimentos; sin embargo, nuestra misión es mucho más amplia y se extiende no solo a la protección de productos, sino a todos los recursos invertidos en su producción y distribución, protegiendo las marcas y reputación de nuestros clientes, maximizando el valor de las operaciones de las cadenas logísticas, y apoyando de manera efectiva a que nuestro clientes hagan llegar a los consumidores alimentos en óptimas condiciones”, afirmó Tomás Santillán, Director Ejecutivo de Ventas para México y Centroamérica de Sealed Air.
Actualmente, Sealed Air se encuentra en el proceso de modificar un gran número de soluciones de envasado con el fin de continuar ofreciendo al mercado materiales y sistemas que contribuyan a preservar las características de los productos envasados y proporcionar seguridad alimentaria, con el menor impacto posible al medio ambiente.
