En el vasto y fértil terreno de México, la industria de los cítricos emerge como un pilar económico esencial para el país, ya que ocupa el quinto lugar mundial en producción de esta gama de frutos, destinando el 88% al consumo interno.
Entre los cítricos que más se producen en el país están la naranja, mandarina, lima, limón mexicano y persa; y la toronja, que utilizan una superficie total para su crecimiento de más de 589 mil hectáreas2 a lo largo de 23 estados, donde destacan San Luis Potosí,
Tamaulipas y Veracruz por su elevada producción.
En este vibrante paisaje, los pequeños productores y empresas innovadoras juegan un rol crucial no solo en mantener la cosecha, sino también en avanzar hacia una economía próspera y sostenible.
El valor de los pequeños productores
Los cítricos fueron uno de los productos con mayor aumento en sus exportaciones en 2023, pues según cifras del INEGI, en los primeros 11 meses del año crecieron más de 50%, a pesar de enfrentar desafíos significativos como las plagas, falta de tecnología y
el cambio climático.
En este contexto, los pequeños productores son el corazón palpitante de la industria, ya que, con su conocimiento íntimo del suelo y el clima local, mantienen viva una tradición agrícola que ha sostenido a comunidades durante generaciones. Sin embargo, en los
últimos años han presentado un crecimiento acelerado gracias a las alianzas estratégicas con grandes corporaciones.
Agrocitrus: innovación para el crecimiento sostenible
Agrocitrus, que forma parte de Grupo Tahona, es un ejemplo de cómo los pequeños y medianos productores pueden convertirse en socios confiables para grandes cadenas de autoservicio. Su transición de ser productores a un empacador de alto calibre es un testimonio
de su compromiso con la calidad.
Para cumplir con los estrictos estándares del mercado, la empresa ha implementado avanzadas prácticas de postcosecha para su gran variedad de cítricos, que incluyen el uso de
bins (contenedores de almacenamiento industrial) para minimizar el daño a la fruta y procesos de lavado y encerado que prolongan la vida útil de la producción.
La calidad y la inocuidad son prioridades en la industria de los cítricos. Las cadenas de autoservicio y los consumidores finales exigen productos que cumplan con los más altos estándares, por ello, no solo es importante enfocarse en el manejo adecuado dentro
de las áreas de empaque, sino también garantizar que la transportación se realice bajo rigurosas condiciones de cadena de frío mientras se genera el menor impacto ambiental posible.
Reduciendo la huella de carbono, maximizando la frescura
Uno de los aspectos destacables dentro de la cadena de suministro de Agrocitrus es su alianza con CHEP, una empresa líder en soluciones logísticas sostenibles. La colaboración provee a la empacadora desde hace más de 12 años con pallets reutilizables que cumplen
con estrictos estándares de calidad y seguridad, y apoyan la reducción de la huella de carbono en la cadena de suministro.
Los pallets aseguran que los productos lleguen frescos y en óptimas condiciones a los consumidores, al minimizar el desperdicio y maximizar la eficiencia. Esta sinergia no solo ha mejorado la logística y el manejo de productos, sino que también ha establecido
un nuevo estándar en la industria para prácticas más sostenibles y responsables.
Compromiso con Cero Residuos
Por otro lado, la cadena de suministro sustentable no es lo único que une a estas dos compañías. Lo hace también su fuerte compromiso con la generación de la menor cantidad de residuos.
Tanto Agrocitrus como CHEP, comparten la visión hacia un modelo de cero residuos. Como en todo negocio en la industria de alimentos es común tener mermas, sin embargo, la compañía empacadora busca la forma de aprovechar al máximo todos los insumos.
Las frutas que no cumplen con los estándares de venta, las convierten en jugo 100% natural para un mercado de consumo rápido. Así mismo, destinan las cáscaras como alimento que proporciona fibra para el ganado, asegurando que nada se desperdicie. Esta filosofía
de reutilización y sostenibilidad refleja los valores comunes y refuerzan su compromiso con prácticas responsables y respetuosas con el medio ambiente.
Empresas como esta, apoyadas por alianzas estratégicas con entidades como CHEP, están demostrando que es posible avanzar hacia un futuro más sostenible sin sacrificar la calidad ni la eficiencia.
Por lo tanto, los productores y empacadores, con el apoyo adecuado, pueden seguir siendo el pilar de esta industria, garantizando que México no solo mantenga su posición como líder en la producción de cítricos, sino que también se convierta en un modelo de sustentabilidad y responsabilidad ambiental para el mundo.