Desde hace un cuarto de siglo, el Centro de Innovación Tecnológica (Sitex) que tiene la compañía Danone en Tres Cantos (Madrid) es el colaborador imprescindible en el lanzamiento de nuevos productos que llegan a los lineales de todo el mundo; en la actualidad, lanzan 30 proyectos al año.
Es el único centro de la empresa a nivel mundial con una planta piloto semi industrial, una especie de "lego" de complejas maquinarias que gracias a su flexibilidad permite reproducir los procesos en las condiciones reales de la fábrica, explica su directora, Elena Vela.
"Es único dentro de la industria alimentaria", defiende, pues cuenta con la tecnología necesaria para reproducir y predecir el comportamiento industrial de un proyecto antes de su implementación.
Probar las innovaciones de esta manera permite acelerar los procesos y reducir los costes en las plantas de la compañía, asegura.
Inaugurada en 1997 y con una superficie de más de 3.500 metros cuadrados, en sus diferente escenarios trabajan afanosamente 25 profesionales que en estos momentos están centrados en dos de las categorías con más nicho de crecimiento: los productos altos en proteínas y las alternativas vegetales.
Entre sus éxitos, cuatro patentes y un papel protagonista para el desarrollo de productos con una aceptación exponencial en el mercado como el "Two Good" en Estados Unidos -aún no ha llegado a España- o el YoPro en Europa, la marca de nuevos productos altos en proteínas.
Pese a la prolija producción, no son procesos sencillos, pues para un producto "disruptivo" el periodo se puede extender a cuatro o cinco años, un tiempo que se reduce a un año cuando son variaciones sobre elaboraciones que ya se comercializan.
Este centro, que cuenta con una inversión anual media de unos 800.000 euros, no es el único en el que Danone piensa en cómo seguir mejorando y creando productos.
En total, la compañía tiene 1.800 científicos para dar respuesta a sus necesidades y 55 delegaciones locales de I+D.
Por ejemplo, también en España, se encuentra el centro Carasso en Barcelona donde se investiga principalmente sobre productos, fermentos y envases (packaging).
En el mercado mundial -Danone opera en 120 mercados- hay otros tres centros especializados en I+D como el de Madrid que se ubican en Evian (Francia), Shanghai y Singapur.
Todo este ecosistema se complementa con otros dos grandes centros de innovación ubicados en Utrech (Países Bajos) donde se desarrollan los productos de alimentación infantil y el de Palaiseau (Francia) dedicado a las innovaciones en lácteos y aguas.
De la idea a la receta y de ésta al lineal, el proceso es complejo y son necesarias muchas horas de trabajo en plantas como la madrileña de Tres Cantos, pero la innovación en la industria alimentaria no cesa para captar a un consumidor cada vez más exigente.
