Los resultados de un estudio clínico con DNF-10 péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (< 10 kDa), revelan una notable eficacia en el manejo del sobrepeso, con una pérdida significativa de grasa corporal después de un periodo de uso de 8 semanas.
Este hallazgo no solo destaca el potencial de péptidos de Saccharomyces cereviciae, sino que también sugiere posibles mecanismos de acción, como la regulación de neuropéptidos saciantes.
En el constante avance de la investigación nutricional, el Saccharomyces cereviciae, una levadura utilizada durante miles de años en procesos de fabricaciones de alimentos, bebidas fermentadas y horneados, ha emergido como un componente intrigante, particularmente en relación con su influencia en el apetito humano.
Por medio de proceso de obtención patentado, la investigación de péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (< 10 kDa), revela una perspectiva prometedora desde el punto de vista científico, brindando claridad sobre su potencial relevancia en la práctica nutricional.
“Las levaduras, como Saccharomyces cereviciae, Kluyveromyces fragilis y Candida utilis, son conocidas por su alto contenido proteico y su capacidad para competir con bacterias como Streptococcus bovis en el proceso de fermentación.
Saccharomyces cerevisiae, en particular, es una levadura de calidad alimentaria con un largo historial de uso seguro en la producción de alimentos y bebidas fermentativas, así como en la industria nutracéutica donde, por ejemplo, existen productos como Grelix*, que es resultado de la producción única de péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (< 10 kDa) que ayuda a controlar el apetito”, explica Alexander Quintana, médico cirujano de la U. de Chile y director de Clínica Nutrir.
El control del apetito es esencial para la gestión del peso y la salud metabólica, y es aquí donde entra en juego la investigación sobre los péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (DNF-10). Cuatro estudios clínicos internacionales -realizados entre el 2009 y 2017 (1)– con péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (< 10 kDa) DNF-10, demostraron efectividad en el manejo de la obesidad moderada y sobrepeso, después de 8 semanas de uso, mostrando una reducción significativa en la ingesta de calorías.
El grupo control pensaba con mayor frecuencia en comer, versus el grupo que consumió DNF- 10, además de una mayor preferencia por alimentos dulces y carbohidratos en el grupo placebo.
Los posibles mecanismos de acción incluyen la regulación de neuropéptidos saciantes, que interactúan con receptores de saciedad, reduciendo potencialmente la sensación de hambre y la modulación neuroendocrina, afectando la liberación de neurotransmisores y hormonas relacionadas con el apetito.
“En términos prácticos, la inclusión estratégica de péptidos de Saccharomyces cereviciae podría personalizar planes dietéticos, especialmente para aquellas personas con metas específicas de control de peso. Además, se vislumbra como un posible aliado en programas de pérdida de peso al modular las señales de apetito”, comenta Quintana.
Este descubrimiento abre nuevas puertas para la aplicación de péptidos de Saccharamyces cereviciae de bajo peso molecular (< 10 kDa) en la práctica nutricional, y podría tener un impacto significativo en la lucha contra el sobrepeso y el mantenimiento de un estilo de vida saludable.
