Desde snacks sin azúcar hasta utensilios comestibles, una nueva generación de emprendimientos chilenos está redefiniendo el panorama alimentario nacional. Con el impulso del Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), estas seis iniciativas no solo destacan por su originalidad, sino también por su impacto en sostenibilidad, salud y desarrollo regional. Todas ellas comparten una visión transformadora: cambiar la forma en que Chile produce y consume alimentos.
Mix Pop es el primer snack chileno de palomitas dulces sin azúcar. Su historia comenzó en CeTA Carén, donde se desarrolló un jarabe saludable como base, y continuó en CeTA Coronel, donde se perfeccionó y escaló para su producción a nivel comercial. Este proyecto ilustra con claridad el trabajo colaborativo entre sedes regionales de CeTA, convirtiendo una idea innovadora en un producto con estándares nutricionales y sanitarios de alto nivel.
Desde la Región de Atacama, Alga y Vida propone una harina funcional enriquecida con algas Chondrus crispus, recolectadas de forma sostenible en la costa. Desarrollada en CeTA Coquimbo, esta harina plant-based representa un uso inteligente y responsable de recursos marinos subutilizados, con aplicaciones en panadería, snacks y pastas, bajo un enfoque de economía circular.
También en Coquimbo, el proyecto Valorización de Ostiones de Marbella Tongoy transforma en conserva gourmet aquellos ostiones que antes se descartaban por no cumplir con requisitos comerciales. Gracias a la tecnología del CeTA, estos productos, presentados con un toque de merkén, abren una nueva línea de negocio que reduce el desperdicio en la acuicultura y da valor a un subproducto altamente nutritivo.
En la Región del Biobío, la startup Vegadelphia apuesta por el mercado plant-based con un sucedáneo de queso crema vegetal elaborado a base de soya. Creado inicialmente para responder a una demanda concreta en el sector gastronómico, fue perfeccionado en CeTA Sur para alcanzar una textura, sabor y vida útil competitiva. Esta alternativa sin lácteos responde a consumidores que buscan opciones veganas sin sacrificar calidad.
Más allá de los alimentos en sí, AWA Solar propone una bebida funcional revolucionaria: se elabora con agua capturada directamente del aire y energizada por el sol. Con el respaldo de CeTA, se formuló utilizando ingredientes naturales y nutrientes esenciales, brindando una opción de hidratación saludable y sostenible, sin extraer agua de fuentes tradicionales. Esta innovación cruza la frontera entre alimentación y acción climática.
Por último, Paleatos ofrece una solución tan innovadora como inesperada: utensilios comestibles elaborados a partir de biomateriales. Estos palillos comestibles, desarrollados con apoyo técnico de CeTA, permiten reemplazar utensilios de un solo uso en la industria gastronómica, ayudando a cumplir con normativas ambientales de forma práctica, sabrosa y creativa.
Innovación con enfoque territorial
Estas seis iniciativas son parte de una red de innovación con sello chileno, impulsada por CeTA. Más allá de los productos, representan una nueva manera de entender el desarrollo alimentario: con colaboración interregional, tecnología aplicada y una mirada integral sobre los desafíos sociales, medioambientales y productivos del país. El futuro del alimento en Chile ya está en marcha, y está hecho de ciencia, propósito y sabor.
