La industria avícola colombiana es hoy un motor clave para la seguridad alimentaria y el crecimiento económico del país.
Con una producción anual que supera los 2,9 millones de toneladas de carne de pollo y huevo, este sector no solo abastece la demanda interna con altos estándares de calidad y sanidad, sino que también representa una importante fuente de empleo y dinamización en las regiones.
Sin embargo, a pesar del crecimiento sostenido que ha mostrado en los últimos años, enfrenta nuevos desafíos, particularmente en regiones como el Valle del Cauca, donde la inseguridad y problemas regulatorios están comenzando a afectar la competitividad.
Durante el primer trimestre de 2025, la industria avícola colombiana registró un crecimiento del 8,8 %, con un aumento del 9,1 % en la producción de carne de pollo y un 8,3 % en la de huevo, según datos de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi).
"La industria avícola es resiliente. Somos responsables de producir las dos proteínas que más alimentan a los colombianos. En promedio, cada persona consume 37 kilos de carne de pollo y 343 huevos al año, lo que convierte al huevo y al pollo en los alimentos más presentes en la mesa de los hogares," señala Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi.
El año pasado, la producción nacional alcanzó 1.821.000 toneladas de carne de pollo y más de un millón de toneladas de huevo, equivalente a cerca de 18 mil millones de unidades. A nivel global, Colombia ocupa el tercer lugar en consumo per cápita de huevo, mientras que en consumo de pollo se encuentra en la mitad de la tabla internacional.
En un contexto global donde los costos de producción están presionados por factores como la inflación y las tensiones en las cadenas de suministro, el sector avícola colombiano ha logrado mantener precios competitivos y accesibles para los consumidores.
Una de las claves de este éxito ha sido la estrategia sanitaria. Colombia ha sido ejemplar en su capacidad para prevenir enfermedades como la influenza aviar en granjas comerciales, gracias a la colaboración entre el sector privado —a través del Fondo Avícola administrado por Fenavi— y las autoridades sanitarias como el ICA.
"Mientras países como Estados Unidos han visto caer su producción de huevo hasta en un 20 % debido a brotes de enfermedades, nosotros hemos mantenido el equilibrio sanitario y la oferta estable, garantizando productos de alta calidad y seguros para los consumidores," destaca Moreno.
No obstante, no todo es positivo. El Valle del Cauca, que aporta el 17,4 % de la producción nacional de huevo y el 16 % de la producción de pollo, atraviesa un momento crítico. "Estamos viendo una pérdida de competitividad en la región, impulsada principalmente por los problemas de violencia e inseguridad que afectan tanto al Valle como al norte del Cauca. Esto ha generado una caída en la producción avícola y ha forzado a muchos empresarios a trasladar sus operaciones a otras regiones del país," advierte el presidente de Fenavi.
Actualmente, la industria avícola está presente en 657 municipios —el 60 % del territorio nacional—, pero mientras en otras regiones la expansión continúa, en el Valle del Cauca se observa un preocupante estancamiento e incluso decrecimiento.
Desde Fenavi y el sector empresarial avícola se hace un llamado a las autoridades para garantizar un entorno propicio para la inversión y la producción. La seguridad en el campo y el respeto por el derecho a la tierra son esenciales para el crecimiento de la industria.
"Necesitamos reglas del juego claras. No podemos seguir enfrentando incertidumbre sobre el uso de la tierra ni amenazas a la seguridad de los empresarios y trabajadores del sector. Sin un marco jurídico sólido y sin seguridad en las regiones, es imposible avanzar en la producción de alimentos y en la consolidación de nuestra industria," subraya Moreno.
A pesar de los retos, el compromiso del sector avícola colombiano es claro: seguir siendo una de las principales fuentes de proteína accesible, generando empleo, impulsando la economía regional y nacional, y posicionando a Colombia como un referente en producción avícola en América Latina.
