Dutt y Judas Grosser del Centro de Investigación y Educación UF Citrus están desarrollando limas genéticamente modificadas que contienen algunos factores genéticos similares, se expresan en la piel y la pulpa de la naranja roja o sanguina. Estas limas mexicanas modificadas tienen una proteína que induce la biosíntesis de antocianinas, es el proceso que crea el "rojo" en el vino tinto y es lo que hace que las limas puedan desarrollar una gama de colores púrpura en la pulpa de la fruta.
"Las antocianinas son bioflavonoides benéficos que tienen numerosos papeles en el bienestar humano", explicó Dutt. "Numerosos estudios farmacológicos han implicado que el consumo de antocianinas pueden prevenir una serie de problemas de salud humana, tales como la obesidad y la diabetes."
Las antocianinas también ocurren naturalmente en una variedad de naranjas llamadas naranjas de sangre, que tiene un color rojo a castaño y, según algunos, un mejor sabor que las naranjas "rubias" de la Florida. Pero las naranjas de sangre necesitan temperaturas frías para desarrollar su vibrante marca de color.
Las naranjas rojas crecen en los climas más fríos de España e Italia, pero no exhiben el color rojo sangre característico cuando se cultiva en el clima subtropical de la cinta de cítricos de Florida.
Las nuevas limas creadas geneticamente fueron desarrolladas utilizando genes aislados de la uva roja "Ruby Seedless" y la Naranja Roja "Moro". La investigación sobre la utilización de estos genes se llevó a cabo inicialmente para desarrollar una alternativa a los consumidores de una fruta de origen vegetal.
Esto es el primer paso de los agricultores de Florida en la producción de naranjas de sangre y posiblemente, un nuevo cultivar de toronjas.
Además de cambiar el color de la fruta, la introducción de antocianinas también puede cambiar el color de las hojas, tallos de las flores y podría conducir a la creación de plantas de cítricos ornamentales.
"El fruto, hoja y los colores de la flor se pueden producir mediante la regulación de la biosíntesis de antocianinas", dijo Dutt. "El color de la flor varió de rosa claro al fucsia."
El estudio de Dutt y del Grosser se publica en la edición de enero de la revista de la Sociedad Americana de Ciencias Hortícolas.
