La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales no se opone a las negociaciones con el gobierno chino. Desde la Cámara aplaudimos y acompañamos todo intento del Gobierno de abrir nuevos mercados, en el entendimiento de que la diversificación de los destinos de exportación ofrece mayores oportunidades, en beneficio de la economía del país.
El gigante asiático es el principal procesador y consumidor mundial de harina y aceite de soja. Para ello ha incentivado su industria a través de aranceles diferenciados que promueven importar soja en estado natural (más barata) y transformarla en productos como mayor valor agregado (harina y aceite) dentro de su propio territorio.
China aplica aranceles del 5% y del 9% para la importación de harina y de aceite de soja respectivamente, siendo el arancel de 3% para la importación de soja en estado natural.
Siendo China un mercado con un importante potencial para los productos paraguayos, creemos que el Gobierno tiene la oportunidad de desarrollar acuerdos comerciales que equiparen esa asimetría arancelaria y promuevan exportar de manera competitiva nuestros productos industrializados.
Como ya hemos mencionado en reiteradas ocasiones, es fundamental que exista una política de Estado que fomente la industrialización dentro de Paraguay, para que todos los beneficios de la misma, como ser mayor generación de ingresos de divisas al exportar productos con agregado de valor, más empleos formales y de calidad, creación de polos industriales con impactos positivos en la población local y del país en general, se queden y se sientan dentro de nuestras fronteras.