Si bien la producción colombiana representa solo 10% del volumen de Brasil y 30% del de México, con el ritmo actual el país podría ubicarse como el tercer líder de la región, superando a Argentina y Chile.
Pese a las dificultades en precio y disponibilidad de las materias primas y la incertidumbre que está generando en el agro la llegada del fenómeno del Niño, la industria porcícola colombiana vive uno de sus mejores momentos, tanto en productividad como en consumo.
Y es que el año pasado, de acuerdo con Porkcolombia, el sector alcanzó cifras récord: la producción de carne de cerdo se incrementó y llegó a 526.000 toneladas, subiendo 7,2% respecto a las 491.244 toneladas registradas en 2021.
En cuanto al consumo per capita de la proteína, en 2022 este fue de 13 kilos, casi uno más frente a 2021. “Los resultados en producción de carne de cerdo de 2022 convierten al sector en una de las actividades del agro que registra un mayor crecimiento continuo en los últimos 12 años, a una tasa promedio de 7,4% en beneficio y de 9% en producción”, explicó Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo de Porkcolombia.
Liderando en la región
El año pasado alrededor del 90% de la producción de carne de cerdo en Latinoamérica se concentró en cinco países: Brasil (5,2 millones de toneladas), México (1,7), Argentina (0,72), Chile (0,57) y Colombia (0,52).
Sin embargo, en una entrevista realizada por los analistas de Bancolombia a Carlos Castro, coordinador de mercados de la comunidad 333 Latinoamérica (la mayor red porcícola de la región), él afirmó que si bien la producción colombiana representa apenas el 10% del volumen de Brasil y el 30% de México, de conservar el ritmo de crecimiento actual, en el mediano plazo el país podría ubicarse como el tercer país en producción de cerdo, superando a Argentina y Chile.
De hecho, en cuanto a productividad, Castro señaló que Colombia fue el mercado de la región que más creció en los últimos cinco años, con una tasa anual promedio del 7,3%, superando a Brasil y Argentina, cuya expansión promedio fue de 6,2 y 5,5% respectivamente.
Mientras tanto, los menores registros se evidenciaron en México y Chile, que se movieron alrededor del 3%.
Ventajas competitivas
Según datos de Porkcolombia, en 2022 se reportó por parte de las plantas autorizadas el sacrificio de 5,5 millones de cabezas, 6,6% más frente al 2021, representando 342.020 adicionales.
“Se destaca que la tasa de crecimiento del año es superior a las de 2020 y 2021 que fueron de 3,7% y 3,8% respectivamente, un buen indicador de la recuperación y aumento del inventario y de la capacidad productiva del sector”, indicó el líder gremial.
Por su parte, para los analistas de Bancolombia uno de los factores que han ayudado al crecimiento del sector es que los porcicultores han podido trasladar vía precio el aumento de sus costos de producción, dado el encarecimiento de las otras carnes, el efecto de la tasa de cambio en el valor de la carne importada, y la buena dinámica del consumo de estos productos.
Las debilidades del sector
Pero no todo es color rosa en este sector del agro. La alta dependencia de materias primas importadas para la elaboración del alimento de los animales, los altos márgenes de intermediación para la comercialización de la carne, seguido de algunos problemas sanitarios y de bioseguridad son algunas de las debilidades actuales.
Así, desde el punto de vista de las amenazas, la dirección técnica de 333 Latinoamérica consideró que las de mayor importancia son la volatilidad del precio de los insumos; el ingreso ilegal de animales en pie y cortes de carne de los países vecinos; el riesgo de ingreso de nuevas enfermedades porcinas y el aumento del volumen de importaciones de carne de cerdo.
“También está la relevancia del mercado internacional, donde Colombia tiene como reto incursionar activamente en el mercado de exportaciones y reducir las importaciones de carne de cerdo, que si bien han contribuido a satisfacer la creciente demanda, a la larga podrían afectar la producción nacional y lograr una participación importante en el consumo aparente, como sucedió en México”, anotó.
En este sentido, de cara a los retos, no solo para Colombia sino a nivel regional, estos se relacionan con la implementación de esquemas de asociatividad e integración vertical en la cadena.
“Actualmente, en Brasil podemos encontrar varios ejemplos de asociaciones que han logrado muy buenos resultados a través de este tipo de modelos, que eventualmente podrían ser muy aplicables al caso colombiano. Además, Colombia no debe dejar de lado sus fortalezas como la mejora de los parámetros productivos en las granjas, la tecnificación de los procesos, el crecimiento de la producción y el consumo”, complementó.
Finalmente, en cuanto a las oportunidades de esta industria, se destacan el aumento del consumo interno, el crecimiento en exportaciones de carne de cerdo, la integración vertical de la cadena y la asociatividad, que reduce los costos al permitir compras en masa de materias primas.
