El sector de la Industria de la Masa y la Tortilla respaldó la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir la siembra de maíz transgénico en México, ya que no tendría efecto encarecedor o de escasez sobre las tortillas, informó el secretario de la delegación estatal, Alfonso Anaya Castro.
La iniciativa de ley que espera aprobarse en el Congreso de la Unión en febrero próximo no pone en riesgo el abasto de maíz para la producción de masa y la tortilla, al considerar que México tiene la capacidad de producción de granos, e incluso podría darse la importación de granos sin origen transgénico, enfatizó.
Indicó que esta medida no debe repercutir en el encarecimiento del precio de la masa y la tortilla, porque no existe una situación para que se pudiera presentar un desabasto del maíz blanco, con el que se elabora las tortillas como principal alimento en la dieta de los mexicanos.
Anaya Castro dijo que los industriales como usuarios del grano de maíz están conscientes que podrían usar cualquier tipo de grano, aunque prevalece el riesgo de la pérdida de la biodiversidad de las variedades de maíz nativo que podrían verse afectadas con la siembra de maíz transgénico.
“En maíz blanco, la producción en los últimos años de manera anual es de alrededor de 27 millones de toneladas en México, incluso con un pequeño sobrante, suficiente para las necesidades del mercado nacional en el caso de harina y tortillas”, argumentó.
Señaló que los industriales de la masa y la tortilla apuestan a producir alimentos con maíces 100% naturales que garanticen una calidad nutricional, y evitar el riesgo en torno a los estudios académicos que señalan al maíz transgénico como cancerígeno.
Consideró que, en caso de un escenario de conflicto entre México y Estados Unidos por la siembra de maíz transgénico en el país, se podría contemplar una denominación de alimentos con maíz no transgénico para que la población lo identifique.
