En Australia, la Oficina de Tecnología Regulador de Genes (OGTR) supervisa el desarrollo y la liberación al ambiente de organismos modificados genéticamente en virtud de la Ley de Tecnología Genética 2000. La mayoría de las relaciones con los organismos modificados genéticamente deben tener licencia, y las licencias no se emitirá a menos que el OGTR está convencido de que el riesgo que presenta pueden ser manejados de una manera tal como para proteger la salud y seguridad de las personas y proteger el medio ambiente.
En Nueva Zelanda, funciones similares se llevan a cabo por la Autoridad de Protección Ambiental, bajo las Ley 1996 de Sustancias Peligrosas y Nuevos Organismos (HSNO). Si el organismo GM será utilizada para producir alimentos, el FSANZ también determinará si ese alimento es seguro para las personas a comer.
Los alimentos transgénicos están regulados bajo Norma 1.5.2 - Alimentos producidos utilizando tecnología genética, contenida en el Código de Normas Alimentarias Australia (el Código) de Nueva Zelanda. El estándar (una reglamentación exigible) tiene dos disposiciones - aprobación obligatoria previa a la comercialización (incluyendo una evaluación de la seguridad de los alimentos) y los requisitos de etiquetado obligatorios. Esta norma garantiza que los alimentos transgénicos solamente evaluados y aprobados entran en el suministro de alimentos. Cualquiera que busque modificar el Código para incluir un nuevo alimento GM bajo la Norma 1.5.2 deben consultar el Manual de Aplicación.
Debido a que los alimentos transgénicos son relativamente nuevos en el abastecimiento de alimentos, los reguladores adoptan un enfoque prudente al evaluar su seguridad para el consumo humano.
La FSANZ lleva a cabo evaluaciones de seguridad en una base de caso por caso, lo que significa que cada nueva modificación genética se evaluará individualmente por su potencial e impacto en la seguridad de la comida. Comparamos los alimentos GM con alimentos convencionales similares, que comúnmente se come desde un punto de vista molecular, toxicología, nutricional y de composición. El objetivo es averiguar si hay diferencias entre los alimentos MG y su homólogo convencional, que ya sabemos que son seguros para comer.
Por ejemplo, una nueva variedad de maíz GM se comparará con las variedades de maíz existentes convencionales (no transgénicas). Las diferencias que se detectan, se examinarán para ver si se van a plantear problemas de seguridad. Si la modificación genética provoca un efecto inesperado en los alimentos, tales como el aumento de su alergenicidad o toxicidad, no va a ser aprobada. Hasta la fecha, se han identificado problemas de seguridad con cualquiera de los alimentos modificados genéticamente que hemos evaluado. Otros reguladores nacionales que han evaluaron de forma independiente los mismos alimentos GM han llegado a las mismas conclusiones.
Para una descripción detallada del proceso que FSANZ utiliza para evaluar la seguridad de los alimentos modificados genéticamente, por favor consulte el documento de orientación FSANZ: Evaluación de la seguridad de los alimentos modificados genéticamente.
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