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Perspectiva. Caficultoras a la red mundial de productoras

Agricultura Colombia

Colombia, país cafetero por excelencia, sigue fortaleciendo su presencia a nivel internacional. Uno de los hitos más recientes fue resultado del trabajo de dos caficultoras del Quindío: Lina Granados Uribe y Ana María Donneys Correal.

Gracias a ellas, el país ahora es parte de la Alianza Internacional de Mujeres Cafeteras (IWCA, por sus siglas en inglés) y, por primera vez, se adhiere a la red global de la organización para empoderar a las mujeres que cultivan café, además de reconocer su labor y participación en el desarrollo de esta industria.

Las dos mujeres productoras del grano lograron crear el Capítulo Colombia de IWCA, iniciativa que permitirá la integración del país en la cadena de valor del café, entre 28 países consumidores y productores del grano.

Esta alianza, sin duda, es un importante logro de estas jóvenes quindianas que se destacan por su liderazgo, dedicación y conocimiento de la caficultura. Así lo demuestran los resultados: han logrado reunir a más de 60 mujeres caficultoras en el eje cafetero (Quindío, Risaralda y Caldas) y a más de 40 en Antioquia.

Su proyección es que en los próximos cinco años logren asociar a más mujeres de otras zonas cafeteras del país como el Huila, Tolima, Cauca, Magdalena y Santander. En este sentido, han enfocado su trabajo y esfuerzos en abrir puertas a nivel internacional para generar oportunidades de negocios, de inversión extranjera, así como espacios de capacitación para fortalecer a las mujeres caficultoras de Colombia.

Más de un millón de mujeres

Según Fedecafé, en el país hay más de 550 mil familias que cultivan café y más de un millón de mujeres que hacen parte de la cadena de valor, como las baristas, tostadoras, comercializadoras y académicas.

Al respecto, Lina Granados menciona que “ser caficultora llena a muchas mujeres de orgullo, pero a la vez nos compromete a seguir trabajando por esas nuevas generaciones del campo que quieren continuar con la tradición.

La IWCA ha desarrollado proyectos en Jamaica, El Salvador, República Dominicana, Brasil, Ruanda, Etiopía, entre otros, con resultados muy prometedores en pro de la labor de las caficultoras. Esperamos traer y replicar muchas de las buenas prácticas en Colombia”.

La Alianza Internacional de Mujeres Cafeteras lidera, además, el empoderamiento del trabajo femenino en la industria internacional del café al apoyar toda una red global de organizaciones independientes, auto organizadas y autónomas.

Colombia lleva más de dos siglos cultivando café, logrando transformar esta práctica en una tradición del campo colombiano y patrimonio cultural de la humanidad, según la Unesco. En este sentido, es esencial continuar posicionando y adhiriendo al país en iniciativas relevantes como la IWCA.

“Es de resaltar la labor de las caficultoras colombianas, en especial la de Lina Granados Uribe y Ana María Donneys, pues traer a Colombia una organización como la IWCA les abre oportunidades, promueve la equidad y hace que las próximas generaciones de mujeres encuentren en la unión de su sector, una especial fortaleza para que el café siga siendo un referente a nivel mundial.

Desde Yara continuaremos apoyándolas en la visibilidad que necesitan para lograr que lleguen a más mujeres cada día”, comentó Ximena Muñoz, gerente de Zona y líder del Programa Mujeres en Agronomía en Yara Colombia, compañía de fertilizantes y nutrición vegetal, que aporta productos agrícolas y soluciones para la industria.

Precisamente en agosto del año pasado se realizó, en Quindío, un Encuentro Mundial de Mujeres Cafeteras, que reunió a caficultoras de varios países del mundo productores de café como Brasil, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Kenia, El Salvador, entre otros.

En 1972 fue elegida la primera mujer como miembro del Comité Nacional de Cafeteros, máximo órgano de dirección gremial que, con la participación de miembros del Gobierno colombiano, discute y fija las políticas del sector.

En las últimas décadas la participación femenina en la institucionalidad cafetera se ha acelerado sustancialmente, a tal grado que, de los siete cargos directivos en la FNC a nivel central, tres son ocupados por mujeres.

Por otra parte, desde 1931, cuando nació la cédula cafetera, las mujeres pueden tener este documento de identidad gremial que les permite elegir y ser elegidas y adicionalmente, desde 2006 acceder a servicio financieros.

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