Restaurant Brands Iberia (RBI) grupo de restauración propietario en el mercado ibérico de las marcas Burger King, Popeyes y Tom Hortons, cerró el año pasado con un récord de ventas de 840 millones de euros en España y Portugal, un 32% que el año anterior, además de multiplicar po 1,8 los registros prepandemia.
Tras invertir 145 millones de euros en un plan de expansión de sus tres marcas que generó 80 establecimientos nuevos en ambos mercados (47 Burger King, 32 Popeyes y 1 Tim Hortons), el beneficio bruto de explotación de RBI ascendió hasta los 121 millones de euros, un 17,6% más que en el ejercicio anterior.
El gran motor del grupo presidido por Gregorio Jiménez, un año más fue su principal enseña Burger King España, que cerró el año con una facturación cercana a los 1.300 millones de euros y una red de 905 restaurantes (585 propios y 320 franquiciados).
El año pasado estuvo marcado además por la operación de compra por parte de RBI de los 151 restaurantes de Burger King que operaban en Portugal el Grupo Ibersol y Lurca, que llevó a la compañía española a cerrar el 2022 con 811 locales propios de la enseña en el mercado ibérico, acaparando el 65% del sistema de la marca en España y el 86% en el país vecino.
En lo que respecta a la marca de pollo al estilo de Luisiana, Popeyes, que desembarcó al país a finales de 2019, el año pasado logró duplicar su tamaño hasta los 82 restaurantes e incrementar sus ventas un 214% demostrando su buena acogida por parte del público español y sus posibilidades de un crecimiento que planean extender a Portugal en 2023.
La tercera marca de RBI, las cafeterías canadienses Tim Hortons, sin embargo, mantienen un lento ritmo de implantación que ascendía a cierre del año pasado a un total de 14 locales y fueron sometidas a un proceso de renovación de imagen para reforzar su origen ante el consumidor local.
