En México, una gran cantidad de alimentos en buen estado terminan siendo botados en los contenedores de basura en lugar de ser consumidos. Esto tiene que cambiar, y todos podemos hacer una contribución significativa con un costo mínimo. Alrededor de un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo no se consumen, sino que se van a la basura.
Usualmente resulta difícil cambiar algo en la cocina que no se han probado sus beneficios desde antes. Por lo tanto, los gerentes de las cocinas deben realizar un control de sus desperdicios de alimentos para poder entender cuánto y qué tipo de comida se está desechando, así como el estado de procesamiento en que se encuentra. Esto demuestra qué platillos o pasos de trabajo terminan en los contenedores de basura y qué actividades se deben priorizar para resolver el problema.
Ahorros en cantidad de deperdicios también significan ahorros en costos.
Muchos alimentos terminan en la basura a lo largo de la cadena de producción, por lo que nunca entran en contacto con el consumidor y ya están causando un incremento significativo en los costos. Según los cálculos, un kilo de residuos cuesta alrededor de 15 pesos. Las ganancias de un negocio por lo tanto terminan en el bote de basura. Esto significa que es muy importante encontrar una estrategia para evitar el desperdicio.
La tecnología de cocción también se debe tomar en cuenta para evitar los errores en los procesos y las cocciones. Los fabricantes de equipamiento de cocción conocen la importancia de sus sistemas y los optimizan continuamente para garantizar un funcionamiento sencillo y sin errores. RATIONAL, por ejemplo, utiliza la misma interfaz de usuario en los equipos SelfCookingCenter® y VarioCookingCenter® para permitir un trabajo eficiente.
Los equipos también tienen una inteligencia de cocción incorporada que no solo cumple con las condiciones de cocción, sino que también reconoce el tamaño y la cantidad de los alimentos y toma automáticamente las decisiones apropiadas. La gestión de temperatura-tiempo específica del producto significa que prácticamente no hay desperdicio, explica RATIONAL.
En un mercado laboral que experimenta escasez de personal altamenta capacitado, esto constituye un gran apoyo para garantizar que los alimentos conserven la calidad deseada para el servicio después de la cocción. Donde el servicio es la palabra clave: la estrategia aquí no solo debe considerar la calidad, sino también la cantidad, especialmente la producción de piezas más pequeñas.
Debido a que muchos clientes incluso aceptarían una porción más pequeña y preferirían pedir una segunda si fuera necesario. En última instancia, tener una estrategia propia para evitar el desperdicio de alimentos debe priorizar una cosa: comenzar con pequeñas pruebas piloto, donde no hay límite para la creatividad en la búsqueda de una solución.