La principal especie de este género es Klebsiella pneumoniae, muy expandida en la naturaleza. Se la aísla frecuentemente de materias fecales del hombre y de los animales, pero también de aguas, vegetales y alimentos. Son bacilos Gram negativos inmóviles, a menudo capsulados.
Desde el punto de vista antigénico, es útil en epidemiología la determinación de los antígenos capsulares. Existen más de 70 tipos capsulares diferentes. Pueden existir reacciones cruzadas con antígenos capsulares de otras especies bacterianas. El poseer cápsula otorga a estas bacterias un aspecto colonial mucoide.
Se trata de patógenos oportunistas, pueden provocar diversos cuadros clínicos en el hombre: infecciones urinarias, bacteriemias, neumonías, infecciones hepato-biliares, etc. Un porcentaje elevado de aislamientos de Klebsiella, particularmente aquellos de infecciones nosocomiales, contienen plásmidos de resistencia a los antibióticos. Puede ser resistencia a betalactámicos, aminoglucósidos, etc.
Todos tenemos millones de bacterias en nuestros aparatos gastrointestinales, sobre todo en el intestino grueso. Estas bacterias son importantes para la salud normal y la función del intestino. Klebsiella es el género nombre para una de estas bacterias encontradas en las zonas respiratorias, intestinales, y urinogenital de animales y del hombre.
Klebsiella pneumoniae, se conoce como residente intestinal en cerca del 40% del hombre y de los animales domésticos. Se considera un gérmen oportunista, que bajo ciertas condiciones puede causar la enfermedad. Klebsiella se puede cultivar de suelo, del agua y de alimentos. De hecho, es probable que tengamos K. pneumoniae en nuestro intestino de comer los alimentos crudos tales como ensaladas. Dos investigaciones en exámenes de bacterias de brotes ETA encontraron K. pneumoniae: en el 4% de la lechuga cruda investigada, se aisló K. pneumoniae.
Como regla general, las infecciones por Klebsiella tienden a ocurrir en la gente con sistemas inmunes debilitados. Muchas de estas infecciones se obtienen cuando una persona está en el hospital por una cierta otra razón. La infección más común causada por las bacterias de Klebsiella fuera del hospital es pulmonía. La pulmonía por Klebsiella tiende a afectar a pacientes con enfermedades subyacentes, tales como alcoholismo, diabetes y enfermedad pulmonar crónica. Las personas infectadas desarrollan generalmente elevada fiebre, síntomas semejantes a la gripe y una tos productiva de mucho mucus. El esputo estará a menudo teñido con sangre.
La mortalidad por pulmonía a Klebsiella es el alrededor 50% debido a la enfermedad subyacente que tiende para estar presente en personas afectadas. Mientras que son normales en pulmonías típicas las resoluciones sin complicación, la pulmonía a Klebsiella causa con frecuencia la destrucción del pulmón y “bolsillos de pus” en el pulmón (conocido como abscesos). El índice de mortalidad para éstos casos es de alrededor del 90%. Puede también haber pus que rodee al pulmón (conocido como empiema), que puede ser muy irritante al tejido pulmonar delicado y puede causar finalmente una cicatriz. Klebsiella es finalmente una parte de la vida normal y viven en el interior de todos nosotros.
Enterobacter es una bacteria perteneciente a la familia de las Enterobacterias, que contiene una serie de especies bacterianas halladas en el intestino humano y animal y en el medio ambiente. Este microorganismo ha estado ligado a brotes de meningitis o enteritis, en especial en los lactantes.
En los escasos brotes relatados últimamente, se observó una mortalidad del 20% al 50% de los lactantes que contrajeron la enfermedad. Los lactantes sobrevivientes presentaron complicaciones duraderas severas incluyendo trastornos neurológicos. Las consecuencias ligadas a la morbilidad en adultos parecerían ser significativamente más leve.
Existen ciertas dudas respecto al hábitat natural del Enterobacter Sakasaki, principal responsable aislado de éstas patologías. Esta bacteria es detectada en el intestino humano saludable, probablemente como huésped intermitente. Asimismo, es posible hallarla en el intestino de animales como así también en el medio ambiente.
Enterobacter ha sido detectado en otros tipos de alimentos, pero únicamente la fórmula infantil en polvo ha estado ligada a brotes de la enfermedad y está ligado a la morbilidad en todos los grupos por edad. A partir de la distribución por edad de los casos relatados se deduce que los lactantes (niños y niñas menores de un año) se encuentran especialmente en riesgo. Entre los lactantes en mayor riesgo de padecer la infección por el Enterobacter se encuentran los recién nacidos (primeros 28 días), en particular los lactantes prematuros, los lactantes de bajo peso al nacer o los inmunodeprimidos. Los lactantes de madres infectadas con el VIH también se encuentran en riesgo debido tanto a que son vulnerables a la infección como al hecho de necesitar imperiosamente la fórmula infantil. Esto, y el bajo peso al nacer, podrían resultar de gran preocupación para algunos países en vías de desarrollo, lugares en los que la proporción de lactantes es mayor que en los países desarrollados.
La OMS recomendó que las personas a cargo del cuidado del niño, en especial aquellos en alto riesgo, deberían ser alertados con regularidad acerca del hecho que la fórmula infantil en polvo no es un producto estéril.
En aquellas situaciones en las que la madre no puede amamantar, o escoge no hacerlo por determinadas razones, las personas que cuidan del niño deberían utilizar, siempre que sea posible y factible, una fórmula líquida comercialmente estéril o incluir alguna medida de descontaminación en la preparación de la fórmula infantil en polvo (como ser reconstituyendo la misma con agua hervida o entibiando la fórmula reconstituida).
Una evaluación preliminar del riesgo determinó que un menor tiempo empleado en la manipulación (tiempo entre la rehidratación de la fórmula y su consumo) y el suministro de la fórmula reconstituida disminuye el riesgo de infección en los lactantes. Combinando las medidas de control se produciría el mayor impacto en la reducción del riesgo. Con la tecnología actual, no parece ser posible producir una fórmula infantil en polvo estéril. Sin embargo, se ha recomendado a la industria las maneras a través de las cuales mejorar la seguridad de la fórmula infantil en polvo.
La Comisión del Codex Alimentarius de FAO / OMS establece lineamientos internacionales sobre los alimentos. Las actuales especificaciones microbiológicas del Codex respecto de la fórmula infantil en polvo limitan la cantidad de bacterias denominadas coliformes, entre las cuales se encuentra el Enterobacter sakazakii. Si bien este límite probablemente ayude a evitar una serie de brotes, no otorga el nivel de seguridad suficiente en vista de los brotes causados por la fórmula infantil en polvo que cumple con las especificaciones actuales. Teniendo en cuenta la nueva información sobre este problema emergente, la reciente reunión de expertos recomendó que el Codex revisase los lineamientos internacionales para abordar de mejor manera los riesgos microbiológicos derivados de la fórmula infantil en polvo, incluyendo el establecimiento de una especificación microbiana para el Enterobacter sakazakii.
por SANTIAGO PABLO BAGGINI