Con un siglo de operaciones continuas en México, Ingredion no solo celebra una fecha histórica: reafirma su papel como uno de los principales actores tecnológicos y comerciales en la transformación de la industria alimentaria latinoamericana.
Lo que inició en 1925 como un proveedor de almidones y derivados del maíz, hoy es una compañía integral de soluciones para alimentos, bebidas, cuidado personal, farmacéutica, nutrición animal y aplicaciones industriales, con una oferta de más de 950 ingredientes y sistemas funcionales que atienden demandas en plena evolución.
A lo largo de estos cien años, su capacidad de adaptación ha sido determinante. En un entorno donde la presión regulatoria, los cambios en los patrones de consumo y la exigencia por mayor sostenibilidad definen el rumbo de la industria, Ingredion ha fortalecido su presencia con una estrategia centrada en innovación científica, excelencia operativa y expansión regional.
“México ha sido clave para nuestro éxito en América Latina. Este aniversario representa la continuidad de nuestro compromiso con la región y con el desarrollo de soluciones que acompañen a nuestros clientes hacia el futuro”, afirma Rob Ritchie, Vicepresidente Ejecutivo de Ingredientes Alimenticios e Industriales U.S./Canadá y LATAM, y Reducción de Azúcar.
Innovación y ciencia como motores de crecimiento
En la última década, la compañía ha incrementado su inversión global en investigación y desarrollo, destinando parte significativa a proyectos de reducción de azúcar, texturización avanzada, proteínas alternativas y empaques sustentables. Los Ingredion Idea Labs®, cuatro de ellos ubicados en Latinoamérica, operan como hubs científicos donde se diseñan aplicaciones a medida para fabricantes de alimentos, bebidas y productos industriales.
Uno de los avances más relevantes es ASTRAEA® Liquid Allulose, un endulzante con 0.2 kcal/g —casi diez veces menos que el azúcar— que permite mejorar dulzor, textura y estabilidad en categorías como lácteos, panificación, bebidas y confitería. Este desarrollo responde a una tendencia regional: el mercado latinoamericano de sustitutos de azúcar crece a un ritmo anual de entre 5% y 7%, impulsado por normativas de etiquetado frontal y consumidores más orientados al bienestar.
En paralelo, la empresa avanza en soluciones para empaques sustentables basados en almidones modificados libres de PFAS, una tecnología que ha cobrado relevancia ante nuevas regulaciones medioambientales en México, Brasil, Chile y EUA. Estas alternativas mejoran la repelencia a grasas y aceites en empaques de papel y cartón, reduciendo la dependencia de químicos persistentes.
Un mercado regional dinámico y en transformación
La compañía opera 15 plantas de producción en América Latina —incluyendo México, Brasil, Perú y Colombia— lo que le permite integrar cadenas de suministro eficientes y adaptadas al nearshoring que hoy caracteriza al comercio regional. Su presencia industrial se combina con una red comercial robusta y un enfoque de co-creación con clientes, elemento que Ritchie considera “clave para acelerar la innovación en mercados emergentes con consumidores jóvenes, urbanos y altamente conectados”.
LATAM se posiciona como un mercado estratégico: los alimentos empaquetados crecen entre 4% y 6% anual, la demanda de productos más nutritivos se expande y las empresas buscan proveedores capaces de escalar soluciones rápidamente sin sacrificar costos ni sostenibilidad. Ingredion se ha colocado como un socio preferente al complementar ingredientes funcionales con conocimiento técnico, soporte regulatorio y capacidad de manufactura regional.
Una visión de largo plazo
“Tenemos un portafolio diseñado para hoy y para mañana”, enfatiza Ritchie. La estrategia de la compañía en la región combina innovación, sustentabilidad, eficiencia operativa y adaptación a las tendencias que definirán la próxima década: proteínas alternativas, reducción de azúcar, clean label, empaques verdes y manufactura más responsable.
Con 100 años en México, Ingredion no solo celebra su historia: proyecta un futuro en el que seguirá impulsando el valor compartido y el crecimiento sustentable de las industrias latinoamericanas.
