Debido a la creciente necesidad de alimentos con la durabilidad y practicidad en el consumo, los hábitos de alimentación han sufrido grandes cambios en el tiempo en que los alimentos perecederos están siendo reemplazados gradualmente por los alimentos procesados. Esto ha generado preguntas y preocupaciones sobre el empleo la seguridad de los aditivos alimentarios.
La evaluación de los aditivos alimentarios a nivel mundial se apoya en el control de la IDA (ingesta diaria admisible), desarrollada por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA).
En Brasil, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) define los aditivos como cualquier sustancia intencionalmente añadida a los alimentos sin el propósito de fomentar el objetivo de modificar las características de los alimentos y aumentar su vida útil.
Es evidente la importancia de aditivos bajo el punto de vista tecnológico en la producción de los alimentos. Sin embargo, debemos ser conscientes de los posibles riesgos toxicológicos que puedan plantearse por la ingesta frecuente de estas sustancias. Diversos estudios han demostrado reacciones tóxicas incididas por los aditivos ya sea aguda o crónica, lo que desencadenó procesos alérgicos, cambios neuroconductuales y a largo plazo cánceres.
En este sentido, cabe destacar que los niños, especialmente los bebés, exhiben aumento de la susceptibilidad a las reacciones con problemas causados ??por los aditivos alimentarios que los adultos no tienen. Esto es debido a la cantidad ingerida, en relación a la masa corporal. Además, los bebés no son capaces de metabolizar y excretar dichas sustancias causando adecuadamente la aparición de reacciones adversas.
Existen en el mercado numerosos productos que son ricos en aditivos consumidos por los niños y adultos, incluyendo niños menores de un año y bebés, haciéndolos más vulnerables a la aparición de procesos toxicológicos (FAO / OMS, 1995 citado polonio, 2010). Teniendo en cuenta lo anterior, el presente estudio realizado por Fabrícia de Souza Ferreira de la Universidad Federal de Paraíba tiene como objetivo recoger información sobre aditivos y sus efectos adversos a través de reembolsos en la literatura en una revisión sistemática.
Con la globalización y el avance de la tecnología no había forma concomitante de modificar los hábitos alimenticios de la población, que ha sustituido gradualmente los alimentos frescos por un patrón de alimentación occidentalizada que consiste en alimentos procesados ricos en diversos tipos de aditivos. Cada día más aditivos se insertan en alimentos, trayendo graves problemas de salud a corto y largo plazo, especialmente para los niños que son los principales consumidores de estos productos.
Es necesaria la participación activa de los organismos reguladores en el seguimiento y control de estos productos. La creación de estrategias ayudaría para reducir el consumo de estas sustancias tóxicas y el establecimiento de hábitos alimenticios saludables.
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