El deshidratador solar permite no solo un buen secado, sino un ahorro por costos de energía eléctrica de hasta el 100 %. Esta herramienta fue diseñada por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA), aprovechando las zonas de alta radiación solar donde se produce el polen. Se sabe que el polen tiene una humedad del 20 % y que, por su riqueza de nutrientes, si no se seca adecuadamente puede ser contaminado por microorganismos o insectos que generan hongos en el producto.
Es de resaltar que un apicultor que hace uso de hornos eléctricos para el secado del polen puede pagar hasta un millón de pesos mensuales por el servicio de energía. Martha Cecilia Quicazán, profesora del ICTA, explicó que se pueden adaptar unos espacios en los que se capte energía solar, de manera que el aire se caliente, baje la humedad relativa y a la vez elimine la humedad del polen.
Se trata de un simple recinto que se adecúa con paredes de cerámica y colores oscuros, en el que los rayos solares y la luz ultravioleta que contienen ejercen una acción desinfectante sobre el polen que se pone en bandejas. Estos recintos pueden llegar a tener temperaturas similares a los deshidratadores eléctricos, que crean temperaturas por encima de 50 ° C.
“Un apicultor puede producir hasta 30 kilos de polen al día, cantidad que puede ser secada con los rayos del sol en un solo día”, explicó la profesora, quien además resaltó que este tiempo es suficiente para reducir la humedad del polen del 20 % a un 5 %. El ICTA cuenta con un programa de investigación que busca generar valor agregado al polen apícola y ampliar su mercado, pues actualmente solo se vende en tiendas naturistas.
“El polen se puede incluir en la elaboración de productos como galletas, tortas, pan y barras energéticas o granolas”, afirmó la profesora Quicazán. En este sentido, el Instituto viene realizando una capacitación acerca de la calidad del polen y la inclusión de este producto en la elaboración de diferentes alimentos. Dicha actividad está dirigida a apicultores de Boyacá e instructores del SENA que trabajan en panificación en Bogotá.
El polen en Colombia cuenta con gran potencial económico, por lo que a diferencia de otros países es un área muy estudiada; en consecuencia, la Universidad Nacional de Colombia, desde la academia, extiende ese conocimiento para beneficiar el sector.
Este producto, que tiene altos niveles de proteína, lípidos y carbohidratos, es el segundo de importancia apícola en el país después de la miel. Su producción es de alrededor de 200 toneladas anuales y se considera que el altiplano cundiboyacense es la zona de mayor producción en el mundo.
El Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos ICTA es un Instituto Interfacultades que constituye una comunidad interdisciplinaria conformada por docentes propios y de diferentes facultades que se vinculan, para desarrollar proyectos de investigación, apoyar la docencia y la extensión Universitaria en el área de los Alimentos.
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