FoodNewsLatam - El futuro del maíz local en México es atendido hoy y protegido como grano nativo del impacto del transgénico

 

facebook  Twiter  In Instagram logo Youtube

El futuro del maíz local en México es atendido hoy y protegido como grano nativo del impacto del transgénico

México Agricultura

México, cuna del maíz y hogar de una de las mayores diversidades genéticas de este grano en el mundo, enfrenta un desafío crucial en su industria alimentaria: la importación masiva de maíz transgénico desde Estados Unidos y su impacto en las variedades nativas.

A pesar de las iniciativas gubernamentales para prohibir su siembra y proteger el maíz criollo, el país continúa dependiendo de la importación de maíz modificado genéticamente, lo que genera preocupaciones en torno a la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la salud pública.

El maíz transgénico en México, riesgos y desafíos, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), México importó en 2022 aproximadamente 17 millones de toneladas de maíz, con un valor de 5 mil millones de dólares, de las cuales el 90% proviene de cultivos transgénicos. Este grano se destina principalmente a la alimentación animal (70%-75%), a la industria de procesamiento (20%-25%) y solo un pequeño porcentaje (5%) al consumo humano indirecto.

El problema central radica en que, a pesar de la prohibición para su siembra en territorio mexicano, el entrecruzamiento entre variedades transgénicas e híbridas con los maíces nativos ya está en marcha, poniendo en peligro la diversidad genética del grano. La bóloga Alma Piñeyro Nelson advierte que la polinización cruzada y el trasiego del maíz transgénico pueden amenazar la riqueza biológica del país, que alberga cerca del 50% de la diversidad mundial del maíz.

Además, los cultivos transgénicos están ligados al uso de herbicidas como el glifosato, un compuesto catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "probablemente cancerígeno". Junto con otros agroquímicos como el glufosinato de amonio y la atrazina, estos productos han sido vinculados con enfermedades crónicas, trastornos endócrinos y daños renales y hepáticos en poblaciones expuestas.

Estrategias para la protección del maíz nativo:

Desde el gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, se han implementado medidas para garantizar la soberanía alimentaria y reducir la dependencia de importaciones transgénicas. Entre ellas, la elevación a rango constitucional de la prohibición del maíz transgénico y el impulso a la producción de variedades nativas mediante programas de apoyo a pequeños y medianos agricultores.

Sin embargo, aún existen desafíos en la aplicación efectiva de estas políticas. Investigadores como el maestro Pavel Moreno, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, señalan que ya hay cultivos en México con rastros de transgenia, posiblemente debido a la compra de semillas importadas de EE.UU. Para evitar la expansión de estos cultivos, es crucial establecer estrategias claras que permitan a los agricultores continuar produciendo con semillas nativas sin quedar en desventaja frente al mercado.

Alternativas sostenibles: El camino hacia una producción libre de transgénicos:

Contrario al argumento de que los cultivos transgénicos son indispensables para la productividad agrícola, estudios han demostrado que los maíces nativos mejorados pueden ser una solución viable y sostenible. La doctora Fuentes Ponce documentó un incremento del 37% en la producción de pequeños y medianos productores que utilizaron variedades nativas sin recurrir a transgénicos o híbridos.

Asimismo, el fitomejoramiento natural permite desarrollar semillas resistentes a sequías y con ciclos de vida más cortos, lo que optimiza el uso de recursos y garantiza mayor rentabilidad para los agricultores. Sin embargo, este proceso requiere de apoyo estatal para brindar capacitación y tecnología a los productores, quienes de otro modo pueden verse obligados a recurrir a semillas transgénicas más económicas.

Casos de éxito en la producción local

Existen ejemplos de producción sostenible y libre de transgénicos en el país. Agricultores como Laura Flores y Gerardo Camacho, en la periferia de la Ciudad de México, han logrado mantener la producción de maíz blanco para consumo humano y maíz amarillo para forraje sin recurrir a semillas transgénicas. Estos casos demuestran que la agricultura sustentable es posible con el debido respaldo estatal y políticas públicas adecuadas.

El reto de la industria alimentaria mexicana

La presencia de maíz transgénico en productos derivados, como la tortilla, sigue siendo una preocupación latente. Investigaciones han detectado rastros de glifosato en tortillas industriales, lo que sugiere que algunas empresas podrían estar mezclando maíz transgénico en su producción. Esto plantea la necesidad de reforzar la regulación y la trazabilidad de los insumos utilizados en la industria.

Para garantizar un futuro sostenible en la producción de maíz en México, es fundamental fortalecer el apoyo a los productores locales, invertir en tecnologías de fitomejoramiento y promover la conciencia sobre el impacto de los transgénicos en la biodiversidad y la salud. Con un enfoque basado en la soberanía alimentaria y la sustentabilidad, México puede consolidarse como un referente en la preservación del maíz nativo y la seguridad alimentaria a nivel global.

Suscribase Newsletter semanal food

Otras publicaciones

ING logo DAIRY  logo DRINK

-

_

Proveedores Destacados

 

Logo Sethness Roquette
Beneo logo
NHU logo
doehler logo   
Exberry logo PP
kiwi enzyme logo

Logo Synergy

Plant-based

         Logo Tomra
    Rousselot Peptan
Oterra
 Logo Sweegen
|