Los biodigestores pueden transformar hasta una tonelada diaria de desechos en líquidos amigables con el medio ambiente gracias a un proceso natural realizado por bacterias y apoyado con la incorporación de oxígeno.
La salmonicultura busca avanzar en soluciones que permitan gestionar de mejor forma los residuos orgánicos que se generan en su operación diaria y que a lo largo del tiempo podrían generar inconvenientes en el medioambiente. Para evitar ello, se está trabajando en la incorporación de nuevas tecnologías que permitan hacer más sostenibles estos procesos y reducir el impacto en el ecosistema.
“Actualmente el mercado no ofrece muchas alternativas para gestionar estos residuos orgánicos de forma sustentable, pero una de ellas son los biodigestores que están ganando terreno en el sector gastronómico y que puede ser, también, una solución para la industria salmonera, que genera varias toneladas de residuos orgánicos no aprovechables derivados de su operación y que podrían fácilmente convertirse en residuos líquidos que, manejados adecuadamente, podrían llegar a ser prácticamente inocuos para el entorno con la implementación de esta nueva tecnología”, explica Francisco López, Product Manager de Marsol.
Considerando que los desechos de pescados tienen una textura suave, alto contenido de agua y una piel blanda y con poca resistencia a la acción de agentes externos, su biodigestión se ve favorecida. La transformación de estos residuos sólidos hasta llegar a líquidos a través de un proceso de degradación controlada en presencia de oxígeno, permite evitar la generación de malos olores, además de las sustancias contaminantes provocadas por procesos de descomposición no controlada. Esto al final evita que se depositen en el fondo marino o terminen en rellenos sanitarios.
El ejecutivo explica que “el uso de estos equipos ya no hace necesario disponer de un área de acopio para los desperdicios, porque se van ingresando directamente en la máquina a medida que se producen, e inician inmediatamente su proceso de digestión, reduciendo considerablemente la contaminación”.
Power-Knot ofrece varias opciones de capacidad, las que permiten gestionar hasta una tonelada diaria de residuos orgánicos, gracias al proceso de degradación controlada realizado con enzimas.
De esta forma, permite garantizar la eliminación segura de los desechos orgánicos no aprovechables por la industria, evitando el colapso de los sistemas de tratamiento de los residuos industriales líquidos, previniendo de esta forma la contaminación de los océanos.