Se debe dar prioridad a las prácticas sostenibles, el bienestar de los agricultores y la salud de los ecosistemas.
Los agricultores desempeñan un papel crucial para apuntalar el cambio hacia dietas saludables y sostenibles, afirmó ProVeg International a los delegados de la cumbre climática de la ONU de este año, la COP29, en Bakú, Azerbaiyán.
ProVeg está operando desde el pabellón Action on Food Hub durante la cumbre climática, que se extenderá hasta el 22 de noviembre, para destacar las enormes ventajas que puede suponer una transición hacia dietas más ricas en plantas.
Las prácticas agrícolas actuales dependen en gran medida de la ganadería intensiva en emisiones y son importantes contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad, con impactos económicos negativos.
Se estima que los costos sociales, económicos y ambientales combinados de los sistemas alimentarios mundiales ascienden a 19 billones de dólares anuales, o el 22% del PIB mundial en 20201. Los sectores agrícolas y de alimentos y bebidas mundiales generan alrededor de 4 billones de dólares en valor combinado, en marcado contraste con los costos ocultos2.
“Hay que trabajar urgentemente para cambiar los sistemas alimentarios a fin de reducir el impacto de la producción de alimentos en las personas y el planeta”, afirmó Juliette Tronchon, directora de Asuntos de las Naciones Unidas en ProVeg.
“Fomentar la producción y el consumo de más alimentos de origen vegetal es una forma eficaz de hacerlo. Las dietas ricas en plantas no solo son más sostenibles, sino que también son más saludables y contribuyen a la seguridad alimentaria mundial. Se pueden producir muchos más alimentos si los cultivos se cultivan para el consumo humano directo en lugar de para alimentar a los animales criados intensivamente”, afirmó Tronchon.
La demanda de alimentos de origen vegetal por parte de los consumidores sigue creciendo, lo que amplía las oportunidades para que los agricultores realicen la transición a la producción de más frutas, verduras y cultivos proteínicos de origen vegetal.
“Con la reforma de políticas adecuada, este enfoque mejora la salud del suelo y la biodiversidad, al tiempo que crea importantes oportunidades de ingresos para los agricultores”, afirmó Josh Bisig, director de proyectos sénior de ProVeg.
“Participar en diferentes sistemas de distribución, como la horticultura local y la agricultura orgánica respetuosa con el medio ambiente, fortalece la resiliencia y promueve la autosuficiencia, en particular a la luz de las recientes perturbaciones del mercado”, añadió.
Recomendaciones de políticas a favor de los agricultores
ProVeg está impulsando el desarrollo de una serie de medidas políticas que ayudarán a acelerar la transición hacia dietas más ricas en plantas y a alejarse de la carne producida de forma intensiva. Entre ellas se incluyen:
Reforma de los subsidios agrícolas (véase el gráfico siguiente) que crea marcos internacionales que priorizan los subsidios e incentivos para la producción y diversificación de cultivos sostenibles.
Mejor acceso al capital y la financiación para permitir el desarrollo de cadenas de valor que empoderen a los agricultores para obtener más valor de la producción sostenible, con el apoyo de la infraestructura y el desarrollo del mercado.
Desarrollo de sistemas de conocimiento e infraestructura que apoyen a los agricultores en la diversificación hacia prácticas y productos agrícolas más sostenibles.
Aumentar la demanda de productos agrícolas sostenibles fomentando requisitos mínimos para alimentos vegetales y orgánicos en las políticas de compras públicas de alimentos y tipos de IVA más bajos para productos vegetales y orgánicos.
Políticas favorables a los agricultores que creen sistemas de apoyo a largo plazo para ellos que se centren en la autonomía y la participación comunitaria.