El consumo en México ha experimentado cambios notables en los últimos años, pero ciertos productos siguen ocupando un lugar especial en la mesa y el día a día de millones de hogares. Un análisis del informe Brand Footprint México 2025, elaborado por Worldpanel by Numerator, revela que los mexicanos mantienen una marcada preferencia por bebidas refrescantes, lácteos, pan y café, aunque con ajustes en la forma en que eligen y adquieren estos productos.
Entre las categorías de mayor presencia en los carritos de compra, las bebidas carbonatadas se mantienen en el primer sitio, con Coca-Cola como líder absoluto. La marca no solo conserva su lugar como la más elegida del país, sino que también destaca por su capacidad de estar presente en diferentes momentos de consumo: desde la comida familiar hasta eventos sociales. La cifra de 1331.6 puntos de alcance del consumidor (CRP) la coloca muy por encima de sus competidores, confirmando su fortaleza tanto en zonas urbanas como rurales.
En el ámbito de los lácteos, la leche sigue siendo un producto de compra recurrente. Lala encabeza la categoría con un alcance que llega a más de la mitad de los hogares mexicanos. Su portafolio incluye desde leche entera y deslactosada hasta opciones enriquecidas y bebidas lácteas saborizadas, lo que le permite adaptarse a diferentes gustos y necesidades nutricionales. Alpura y Nutri complementan la lista de preferidas, reforzando el papel del sector lácteo en la dieta nacional.
El pan de caja, elemento indispensable en muchas cocinas, tiene a Bimbo como referente indiscutible. Su éxito se basa en una combinación de tradición y diversificación de productos, desde pan blanco y integral hasta líneas sin azúcar y con granos enteros, que responden a una creciente demanda por opciones más saludables.
En el segmento de bebidas no carbonatadas, Pepsi mantiene una base fiel de consumidores y se ubica entre las marcas más compradas, mientras que el café soluble y sus derivados han reforzado su presencia gracias a la evolución de hábitos de consumo. Nescafé, con más de siete décadas en el mercado mexicano, ha ampliado su oferta a cápsulas, cold brew, bebidas listas para tomar y presentaciones premium. Este dinamismo le ha permitido mantenerse como la marca de café más reconocida y de mayor frecuencia de compra.
En el rubro de alimentos procesados, La Costeña y Moderna destacan por su papel en la cocina diaria. La Costeña, con su amplia gama de chiles, frijoles y salsas, sigue siendo un aliado esencial en recetas caseras, mientras que Moderna se consolida como líder en pastas, un alimento versátil presente en todo tipo de preparaciones.
El estudio también subraya que, aunque las marcas tradicionales siguen dominando, el consumidor mexicano —especialmente el joven— busca cada vez más calidad, trazabilidad y opciones sostenibles. Las estrategias regionales, la disponibilidad en múltiples canales de venta y la adaptación de presentaciones al tamaño y poder adquisitivo de cada segmento son factores clave para mantenerse en el top de preferencia.
En conclusión, Coca-Cola, Lala, Bimbo, Nescafé, Pepsi, Alpura, Nutri, Moderna y La Costeña conforman el núcleo de marcas que definen el consumo masivo en México. Más allá de las cifras, su éxito radica en entender que, en un mercado en constante cambio, la conexión emocional con el consumidor y la capacidad de innovar son tan importantes como la calidad del producto.