En agosto de 2013, el Dr. Mark Post, cofundador de Mosa Meat, presentaba la primera hamburguesa de carne de vacuno elaborada a partir de cultivo celular.
Se abría así una nueva línea de investigación y desarrollo en proteínas alternativas sostenibles, para dar lugar a lo que hoy conocemos como la industria de carne cultivada. Diez años después, Mosa Meat anuncia la apertura de la ampliación de su planta de elaboración de Maastricht (Países Bajos), que según explican, "prepara a la compañía para la producción a gran escala, una vez que reciba la aprobación regulatoria".
Con esta nueva ampliación, la planta denominada 'Mosa Campus' incorpora 2.760 m2 nuevos, para alcanzar un total de 7.340 m2. "La instalación está diseñada, a partir de bioreactores de 1.000 litros, para crecer a medida que aumenta la demanda con aprobaciones regulatorias y la entrada a distintos mercados regionales, con un potencial de cientos de miles de hamburguesas cultivadas por año, a lo que hay que sumar la capacidad de Esco Aster, nuestro partner industrial en Singapur", ha explicado Maarten Bosch, CEO de la compañía.
"Cuando presentamos la carne cultivada al mundo, predijimos que tomaría 10 años crear un producto de consumo", ha afirmado el Dr. Mark Post. "Ahora, casi exactamente diez años después, tenemos ese producto de consumo que podemos comenzar a fabricar en grandes cantidades y que podemos comenzar a vender a los consumidores en Singapur, a la espera de la aprobación regulatoria".
La compañía confirma así las conversaciones avanzadas para superar los obstáculos regulatorios en Singapur, el único país que ha aprobado la carne cultivada hasta la fecha.
"Es muy probable que Singapur sea el primer mercado comercial para Mosa Meat. En Europa, estamos posicionados para ser la primera compañía de carne cultivada que llegue al mercado, ya que tenemos un enfoque sin OMG, lo cual es una gran ventaja desde una perspectiva regulatoria". La compañía explicó también que actualmente está trabajando con carne picada, y que en una segunda etapa está previsto presentar sus primeros cortes enteros de carne.
Según recogen medios como 'AFN' o 'Green Queen', Maarten Bosch ofrecía algunas explicaciones sobre su tecnología y su modelo de negocio. Al señalarle que GOOD Meat está explorando usar biorreactores de 250.000 litros para su pollo cultivado, Bosch afirmo que "no necesitamos biorreactores de 250.000 litros para ser rentables.
Nosotros adoptamos un enfoque más conservador, en el que tratamos de centrarnos en números que han sido probados en otras industrias y con ellos, podemos ser rentables fácilmente.
Creo que nuestro posicionamiento es bueno, porque las vacas son muy malas convertidoras de nutrientes. Si mejoramos su tasa de conversión, tendremos la oportunidad de vencerlas también en precio, mientras que esta conversión en mucho más desafiante con el pollo. Además, la carne de vaca es más cara en el mercado que la de pollo, lo que también nos coloca en mejor posición para alcanzar la paridad de precios".
Por otro lado, Bosch ofreció algunos detalles sobre su proceso productivo, afirmando que su proceso de producción arranca a partir de la proliferación de las células precursoras de músculo y grasa, que luego se activan para diferenciarse en tejido muscular y graso, logrando proporcionar el sabor, la textura y las características nutricionales que los consumidores esperan de la carne.
"Hasta donde sabemos, somos la única empresa de carne cultivada que logró una verdadera adipogénesis durante la diferenciación en lugar de "alimentar" a las células con lípidos para mejorar su composición".
Bosch añadió que su tecnología ha prescindido de los conocidos como "andamios", que permanecen en el producto, y que en este caso han sido sustituidos por un sistema de gel que ayuda a las células a autoorganizarse.
Fundada en 2016 por el Dr. Mark Post y Peter Verstrate, Mosa Meat ha recaudado hasta la fecha unos 100 M$, contando con inversores como Blue Horizon, Bell Food Group, Nutreco o Mitsubishi.