La compañía cuenta con una planta de producción en Heredia, Costa Rica. Esta empresa familiar, con presencia en 30 países y más de 100 años de experiencia, se ha convertido en un socio estratégico de la industria alimentaria mundial al desarrollar productos nutritivos y sostenibles que satisfacen los gustos y necesidades de sus clientes.
La multinacional cuenta con 4.800 colaboradores y 20 plantas. Como parte de su portafólio se encuentran salsas y aderezos, mezclas de condimentos, sistemas de cobertura, sazonadores, marinadores, premezclas, paquetes funcionales para la industria cárnica y bases para alimentos.
Estos ingredientes se pueden utilizar en una amplia variedad de aplicaciones, tales como snacks, panadería, carnes, mariscos y comidas rápidas.
La sostenibilidad va más allá del medio ambiente y Griffith Foods la aborda desde un enfoque de triple resultado: personas, planeta y desempeño. Como socio del sector alimentario, busca construir un planeta más sostenible mediante una producción eficiente, cadenas de suministro y manejo de residuos menos contaminantes que contribuyan a un mejor futuro.
Hitos
Cuenta con la certificación BRCGS grado AA+. El estándar global que garantiza las más altas medidas en seguridad alimentaria, empaques óptimos y eficientes, almacenamiento y distribución. Es certificada ISO 14001 (Sistema de Gestión Ambiental) e ISO 45001 (Seguridad y Salud en el Trabajo).
Le enorgullece contar con la distinción ambiental Bandera Azul en la categoría de cambio climático. Este es un prestigioso hito en su búsqueda constante de excelencia y compromiso con la sostenibilidad.
Trabaja con ECOVADIS, la agencia más confiable del mundo para evaluar las compras sostenibles no solo dentro de la empresa, sino de los proveedores.
Su líder
Oscar Lizarazu, con formación en Ciencias de los Alimentos, comprende a la perfección los retos de desarrollo del cliente. Utiliza su perspectiva única para asegurarse de que su equipo satisface las necesidades específicas de los consumidores a todos los niveles.
«Me gusta hablar de tú a tú con los clientes para escuchar y comprender personalmente sus ideas y retos. Ese ejercicio ayuda a nuestro equipo a centrarse en cómo podemos aportar valor a sus productos, para aumentar sus beneficios, mejorar la satisfacción y crear ventajas reales en el mercado”, señala.