El subsecretario de Salud, Ruy López Ridaura sostuvo que el sistema alimentario centrado en corporaciones de alimentos ultraprocesados es nocivo para la salud pública y el medio ambiente.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura, afirmó desde el Estado se deben desplegar esfuerzos para generar entornos saludables, en beneficio de la salud de población.
Resaltó que el principal problema a enfrentar en el sistema actual es la producción de una gran cantidad de alimentos e insumos primarios destinados a convertirse en productos procesados y ultraprocesados con bajo valor nutricional y nocivos para la salud.
Estos, abundó, invaden los ambientes en los que se mueven las personas, en este caso las infancias y las adolescencias, volviéndose accesibles, baratos y atractivos y eso limita cualquier política pública de promoción de hábitos saludables en materia nutricional para que las personas tomen decisiones de consumo informadas.
Además, generan grandes desigualdades porque, por un lado, hay enormes corporaciones centradas en la comercialización de productos de bajo valor nutricional y, por otro, pequeños productores afectados, en ocasiones imposibilitados para una producción de autosuficiencia.
La directora del Sistema para el Desarrollo Integral de las Familias en la Ciudad de México (SDIF), Rebeca Sánchez Sandín, sostuvo que cuatro de cada 10 niñas y niños presentan sobrepeso, por lo que es necesario emprender políticas públicas efectivas encaminadas al mejoramiento de los hábitos alimenticios de la población.
Al respecto, Isabel Ferré Eguiluz, de la representación en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), resaltó que cuando un infante tiene disponibles productos chatarra dentro de la escuela o en sus alrededores, asume que es una opción alimentaria sana.
Además, la industria de productos chatarra hace publicidad engañosa en la que no deja ver las características potencialmente nocivas de los productos que comercializa, que implican alto contenido calórico y exceso de azúcares y grasas con el consecuente mayor riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad, que favorecen la diabetes y patologías cardiovasculares.
En su oportunidad, la Oficial de Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Daniela Godoy, resaltó que para lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios se requiere una articulación multisectorial y multilateral para que los programas de alimentación escolar sean efectivos.
Entre las actividades del X Foro Regional de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe, se visitaron escuelas urbanas de la Ciudad de México; entre ellas, la Escuela primaria León Guzmán, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, para observar la preparación de alimentos calientes destinados a 350 alumnas y alumnos.
Ahí, la directora del SDIF, Rebeca Sánchez Sandín, explicó que en el comedor del plantel se siguen las recomendaciones de una nutrióloga, por lo que a los estudiantes no les sirven embutidos ni harinas procesadas ni sal ni jugos con alto contenido de azúcar.
Resaltó que, de lunes a viernes, las propias madres y padres de familia preparan 20 menús diferentes para los estudiantes y los residuos de comida se utilizan como composta. A través de un comité, se hace uso de un presupuesto asignado a la escuela de acuerdo con el número de beneficiarios, para adquirir los insumos alimentarios en los mercados cercanos.