En términos del impacto sensorial psicológico en la percepción de un producto, se podrían demostrar diferentes pautas. Por un lado, se podría considerar cualquier diferencia en el aspecto visual, sonido, o sentir de los envases. A menudo nuestros sentimientos sobre el embalaje parecen ser transferidos a nuestra percepción de los contenidos de dichos envases, esto se conoce como "sensación de transferencia".
El Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, presentó un estudio, para evaluar las preferencias de las personas a la hora de elegir el formato de una bebida. Un experimento entre participantes se llevó a cabo en el Festival de Ciencia de Edimburgo en el 2016 con el fin de determinar el impacto que, en su caso, el tipo de recipiente (es decir, el envase) tenía en el sabor percibido de la cerveza.
En el estudio se quiso comprobar ¿Qué pasa cuando se prueba la bebida a ciegas?, Bueno, los participantes no mostraron preferencias por un formato de envase específico. Luego a otro grupo de participantes, se les dio para beber en un vaso de plástico la cerveza que venían en una botella.
Es importante destacar que la cerveza era del mismo lote (por la cerveza de Barney en Edimburgo, una pequeña micro-cervecería, de modo que la cerveza para el consumo no tenía diferencia alguna.
Se alentó a los participantes a recoger la botella o lata con el fin de inspeccionar la etiqueta antes que pudieran avanzar con la calificación de la cerveza. Sesenta y dos participantes (30 mujeres, entre una edad de 29 a 40 años) participaron en el estudio preliminar. El estudio consistió en un breve cuestionario para que los participantes respondieran algunas preguntas demográficas (edad, sexo), y dos cuestiones principales.
La primera pregunta fue "¿Con qué frecuencia bebe cerveza?" donde los participantes respondieron utilizando una escala de 6 puntos (nunca, una vez al año, una vez al mes, una vez por semana, cada pocos días, cada día). La segunda pregunta se refiere al formato de la cerveza, ¿Cerveza en botella o lata?
Los resultados no revelaron diferencias entre la cerveza embotellada o enlatada cuando se sirvieron a ciegas, específicamente dijeron que preferían la cerveza en lata, 12 prefirieron la cerveza en botella y 4 señalan que las dos muestras sabían igual. Por lo tanto, en este caso, al menos, el impacto de formato de envase por la cerveza parece ser completamente de naturaleza psicológica. En el futuro, sería interesante replicar este estudio con una muestra mayor, y quizás variando familiaridad de la gente con el producto que se está evaluando.
Los consumidores también pueden tener diferentes asociaciones con las botellas de cervezas vs. la cerveza en lata. La influencia del envase sobre la percepción del gusto podría tener una relación con la sensación del envase en la mano. Sin duda hay diferentes precepciones en compresibilidad / firmeza y la temperatura.
Los resultados del estudio demuestran que el envase en el que se sirve una cerveza puede influir en el sabor percibido del producto. Los resultados también proporcionan apoyo para aquellas empresas que desean promover vidrio sobre otros materiales de embalaje.
La decisión sobre qué material de embalaje a utilizar siempre refleja un equilibrio entre el costo de los diferentes materiales y formatos, el costo de transporte hacia el mercado, así como las cuestiones de sostenibilidad y reciclabilidad.
Informes existentes en el mercado de la cerveza artesanal de América del Norte sugiere que la percepción de la cerveza en lata ha ido en aumento en los últimos años. En cuanto a las implicaciones de gestión, es importante tener en cuenta que las cervezas en latas son un 30% más baratas, según un comunicado de Nielsen.
Si bien el año 2016 aun no terminó, ya se muestran resultados donde el consumo de cervezas a caído un 8% y toco pisos que no se veían desde el 2001, expresó Martín Ticinese, vicepresidente de Marketing de Quilmes.
Para lograr mantener a flote las ventas las marcas de cerveza tendrán que apostar a envases más económicos. Sabemos que la lata conviene más para la industria, pero no hay que perder el foco de la percepción del consumidor a la hora de elegir.
¿Y usted que preferie?
