La revolución digital no ha dejado ningún sector sin tocar, incluyendo el agrícola, que es el corazón económico de muchas naciones, incluyendo México.
Una mirada al sector agroindustrial mexicano revela una realidad interesante: a pesar de la rica diversidad y potencial agrícola del país, México se ubicó como el segundo mayor importador de maíz en el mundo, con 5,147 millones de dólares, al ser desplazado de la primera posición por China, cuyas importaciones fueron de 8,023 millones de dólares. Las oportunidades de mejora abundan en la mitigación de pérdidas en la cosecha y la optimización de los sistemas de comercialización.
El desafío en el campo
Los agricultores mexicanos enfrentan numerosos desafíos, muchos de los cuales se agravan por la falta de acceso a la tecnología adecuada. La necesidad de unificar la información de las recorridas en un solo lugar es primordial; actualmente, esta información suele encontrarse en planillas impresas. El proceso de digitalización de estas planillas es un gasto considerable de tiempo y recursos.
Además, los agricultores luchan para construir reportes eficientes, diferenciarse de la competencia y profesionalizarse en un mercado cada vez más saturado. A pesar del arduo trabajo, muchos encuentran difícil obtener el reconocimiento que merecen y ganarse la confianza de sus asesorados.
A nivel organizacional, la elaboración de análisis de fin de campaña puede ser un proceso extremadamente arduo, y el reemplazo de un miembro del equipo que posee conocimientos únicos sobre los lotes asignados puede generar caos. Además, la necesidad de ejercer un control mínimo sobre sus márgenes de producción agrega una capa adicional de complejidad.
Una solución digital
Frente a estos desafíos, SIMA, con más de 7.3 millones de hectáreas digitalizadas en América Latina, ofrece una solución. Lejos de ser una simple aplicación de registro de datos en el campo, SIMA es una plataforma integral de gestión agrícola. Recolecta una multiplicidad de datos a través de funcionalidades inteligentes, y una vez analizados, estos datos pueden utilizarse para tomar decisiones más informadas, aumentar la productividad y finalmente cerrar la brecha de competitividad.
La plataforma de esta AgTech permite la profesionalización del trabajo y la unificación de criterios de monitoreo. Posibilita el registro y la auditoría simple de las labores y recorridos realizados en el campo, proporcionando la tan necesaria transparencia para generar confianza en los asesorados. La información se estandariza y comparte automáticamente con todos los miembros del equipo, ahorrando tiempo y reduciendo la posibilidad de errores humanos.
Con plataformas como SIMA, los agricultores pueden generar reportes con agilidad. La plataforma también ofrece un módulo de análisis de los principales KPIs, indicadores cruciales para la toma de decisiones. Su interfaz intuitiva facilita la incorporación de nuevos integrantes al equipo. Además, las imágenes satelitales ayudan a auditar problemáticas zonales, proporcionando una visión más amplia y precisa del terreno.
Más allá de la tecnología
No obstante, en este caso, la AgTech SIMA va más allá de la mera digitalización. Se trata de una visión holística que reconoce que la tecnología, por sí sola, no puede resolver todos los problemas. Necesita ser parte de una estrategia más amplia que incluya la formación, la profesionalización y el apoyo constante a los agricultores.
Los avances tecnológicos en logística, medios electrónicos y banca para las ventas en línea y los servicios de última milla son excelentes oportunidades, especialmente considerando el aumento de las compras en línea post-pandemia. Las soluciones de SIMA aprovechan estas tendencias, proporcionando una conexión digital orgánica entre los agricultores y los mercados.
En resumen, la tecnología agrícola, cuando se implementa de manera consciente y orgánica, tiene el potencial de transformar el sector agroindustrial. SIMA, como líder en el espacio AgTech, está en la vanguardia de este cambio.
Al abordar los desafíos y necesidades reales de los agricultores y al proporcionar soluciones más allá de la mera digitalización, startups y soluciones como SIMA están ayudando a moldear el futuro de la agricultura en México y más allá.
La promesa es de un sector más productivo, eficiente y sostenible, donde la tecnología y la humanidad trabajen juntas en armonía.