Universidades e Institutos de Investigación de Argentina, Chile, Ecuador y Perú se unen para llevar adelante el Proyecto FONTAGRO “Manejo sostenible del riego y la fertilización en quinoa”, con una inversión de USD 658.849.
El manejo adecuado del agua y la fertilización es central para optimizar los rendimientos de los cultivos. En el caso de la quinoa, pese a ser un cultivo eficiente en el uso de agua y nitrógeno, una ineficiencia en el manejo se traduce en caídas en rentabilidad y en la seguridad alimentaria, particularmente para pequeños agricultores y sistemas de producción para autoconsumo.
Frente a ese escenario, con el objetivo de generar conocimientos en condiciones de campo, ampliar la región geográfica de cultivo e incluir herramientas informáticas para guiar el manejo de quinoa, la Universidad de Buenos Aires (UBA) – Argentina, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) - Chile, Universidad Austral de Chile (UACH) – Chile, la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) – Perú y la Universidad Nacional de Loja (UNL) – Ecuador, se unen para llevar adelante el Proyecto FONTAGRO “Manejo sostenible del riego y la fertilización en quinoa”, con una inversión de USD 658.849.
Liderado por el investigador Daniel Bertero (UBA), las soluciones tecnológicas aportadas por este proyecto beneficiarán directamente a 1560 productores de Chile, Ecuador y Perú, localizados en valles interandinos y ambientes costeros, alcanzando tanto a pequeños agricultores como a asociaciones de productores del área de influencia. Además, beneficiará a agrónomos, técnicos y estudiantes relacionados con el cultivo de quinoa, quienes recibirán entrenamiento en el uso de herramientas informáticas.
Este proyecto espera reducir las brechas en rendimiento asociados al manejo inadecuado del riego y la fertilización en quinoa. Esto permitiría acercar los rendimientos a aquellos limitados por la disponibilidad de agua, mediante un mejor manejo de estrategias de fertilización. De esta manera se reducirá el impacto ambiental, por ejemplo, el asociado a un uso inadecuado o excesivo del riego o el nitrógeno. Al incrementarse los rendimientos gracias a una mayor eficiencia en el uso de los recursos, se espera contribuir a la mejora de la calidad de vida de los agricultores, vía un aumento de la rentabilidad de sus establecimientos.