Su ingesta en la alimentación diaria de forma prolongada puede dañar al corazón, directa (ocasiona aumento de los triglicéridos y del colesterol), o indirectamente (aumenta el riesgo de obesidad y diabetes).
El azúcar es el ingrediente que gusta a casi todo el mundo de forma natural, o bien, de forma añadida en los alimentos para potenciar el dulzor. Sin embargo, las altas concentraciones de azúcar en sangre resultan ser la principal causa de la hipertrigliceridemia, que es la alteración de las grasas o lípidos en sangre y que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, tanto los niveles alterados de glucosa en sangre, como las enfermedades relacionadas con el corazón, son condiciones que se pueden controlar realizando cambios en la alimentación.
Al respecto, Beatriz Portilla, especialista en nutrición señaló “la alimentación en nuestro país se distingue por su alto contenido en azúcar y, aunque es deliciosa, debemos tener cuidado en cuanta ingerimos al día. Reducir el consumo de refrescos, jugos, bebidas energéticas y leer las etiquetas de los alimentos, son pequeños pasos que nos ayudan a controlar la ingesta de azúcar”.
Además, la especialista indicó que en el mercado existen diferentes opciones para endulzar, como los edulcorantes sin calorías que otorgan el sabor dulce pero no se metabolizan como el azúcar. “Reemplazar el azúcar por los endulzantes bajos en calorías es una manera deliciosa y segura de reducir el azúcar agregada y las calorías, con estos sustitutos es posible disfrutar de una dieta con menos azúcar y calorías sin renunciar al
sabor. Al realizar estos cambios inteligentes todos los días ayudamos a cuidar no solo la salud del corazón, es el bienestar general de toda la familia”, agregó Beatriz Portilla.
En nuestro país, Splenda® es el sustituto de azúcar que ofrece soluciones que se adaptan a las necesidades y gustos de toda la familia para ayudar a reducir la ingesta de azúcar, conservando el sabor dulce, además, evidencia científica respalda la seguridad de su consumo para toda la familia: niños, mujeres embarazadas y en lactancia, adultos mayores y personas que viven con diabetes.
El camino hacia una dieta saludable para el corazón consiste en cuidar nuestra alimentación: menos azúcar, más balanceada y realizar actividad física de manera regular. La American Heart Association (AHA) recomienda limitar el azúcar añadido a 9 cucharaditas (36 gramos) por día para los hombres y 6 cucharaditas (25 gramos) por día para las mujeres y los niños mayores de 2 años, además, señala que reducir la cantidad de azúcar agregada que consumimos reduce las calorías y puede ayudar a mejorar la salud cardíaca y controlar el peso.