La aprobación de la ley AB 1228 en California está causando una revolución en la industria de comida rápida del estado. A partir de abril, el salario mínimo para empleados de servicios rápidos con más de 60 unidades será de $20 por hora, lo que representa un aumento del 25% en comparación con los $16 por hora actuales.
Si bien es probable que esto lleve a la mayoría de los restaurantes a aumentar los precios para cubrir los crecientes costos laborales, también podría tener varios beneficios, como ayudar a reclutar más personal y mejorar la moral de los empleados.
La ley afectará a más de 500,000 trabajadores de comida rápida en todo el estado. El sindicato de empleados de servicios internacionales (SEIU, por sus siglas en inglés), que los representa, emitió una declaración en la que afirmaba que la AB 1228 llevaría a ”salarios más justos, mejores condiciones laborales y una mejor capacitación”. Además, la ley incorpora elementos de licencia por enfermedad remunerada y vacaciones pagadas.
Los restaurantes deberán adaptarse a estos cambios y realizar ajustes en sus operaciones. Deberán supervisar las horas de trabajo de su personal, enfatizar la capacitación cruzada para que los empleados puedan desempeñar múltiples roles y poner más énfasis en la productividad de cada trabajador. Además, se espera que los operadores dependan más de los pedidos en línea para aliviar a los empleados de la toma de pedidos telefónicos y garantizar que la cultura de cada establecimiento siga siendo acogedora y atractiva para aumentar la frecuencia de los clientes.
Aunque la ley presenta desafíos para las cadenas de restaurantes más grandes, como Starbucks, Chipotle y Jack in the Box, que ya han estado probando tecnología automatizada para reducir los costos laborales, también ofrece oportunidades para optimizar el uso de la mano de obra y aumentar los ingresos a través de programas de lealtad y pedidos digitales.
Si bien el impacto de esta ley se sentirá en toda la industria de restaurantes en California, es probable que también se extienda a otros estados. Es posible que se debatan medidas similares en Nueva York, Illinois, Washington y Oregón. Sin embargo, es poco probable que los estados más conservadores, como Texas y Florida, implementen leyes de salario mínimo.