Productos ecológicos, sostenibles, saludables, funcionales... Son tendencias que pisan fuerte en alimentación. El centro tecnológico de la patronal conservera, Anfaco-Cecopesca, junto a otros institutos homólogos (Eurecat, CNTA, Ainia y AZTI), están trabajando en herramientas que permitan evaluar el impacto de la innovación en nuevas referencias al tiempo que miden el riesgo de desarrollar patologías asociadas a la dieta con su consumo.
El proyecto concluirá este mes y, según difunde Anfaco en un comunicado, ha permitido poner a disposición de la industria alimentaria del sector vinculado al mar un sistema de trabajo en red que aporta lo necesario para adelantarse a las tendencias internacionales.
Además, los resultados de lo que Anfaco define como un «modelo de investigación colaborativa pionero en Europa que ha permitido ejecutar más de 5 millones de euros a la innovación en alimentos funcionales y nutracéuticos» van a permitir realizar predicciones sobre la «acción y efectos de los nuevos ingredientes, aplicables al sector industrial».
Es gracias a la aplicación de tecnologías ómnicas de alto rendimiento que permiten obtener información sobre los genes o rutas metabólicas implicadas en los mecanismos de acción como consecuencia de la exposición a los ingredientes estudiados.
Esas tecnologías ómnicas engloban tanto lo referido a los genes y su función (genómica), la expresión de esos genes (transcriptómica), los niveles de proteína, modificaciones e interacciones (proteómica) o el metabolismo (metabolómica).
Todo ese conocimiento integrado en la red Tecnomifood —que han creado los citados centros tecnológicos— sienta las bases para lograr «un sistema alimentario más saludable, innovador y sostenible que contribuya a mejorar el bienestar de los consumidores, a la vez que «permite al sector mar-alimentario incrementar su competitividad a través de la innovación y la internacionalización»