Un régimen de dieta y ejercicio para las mujeres embarazadas obesas, es eficaz en la promoción de un estilo de vida saludable, pero no impide la diabetes gestacional según lo encuentra un estudio dirigido por Kings College de Londres. Las tasas de obesidad son más altas en los países desarrollados, y afectan al 25% de las mujeres en el Reino Unido y el 34% de las mujeres en los EE.UU. La obesidad es un factor de riesgo de complicaciones en el embarazo y la diabetes gestacional.
Estudios previos han sugerido que los programas de intervención de estilo de vida pueden ayudar a reducir el riesgo de diabetes gestacional en mujeres embarazadas obesas, pero este es el primer juicio a gran escala para probar el efecto de una intervención intensiva en el Reino Unido y el mundo.
El estudio aleatorizado UPBEAT, financiado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud, reclutó a más de 1.500 mujeres de los servicios de atención prenatal. La mitad de las mujeres (772) se colocaron en un grupo de control de atención prenatal estándar y asesoramiento, mientras que la otra mitad (783) fueron asignadas a ocho, sesiones de un entrenador de salud por semana. Las participantes recibieron un manual con los alimentos recomendados, recetas y la actividad física junto con un DVD de un seguro para el embarazo, un podómetro y un libro de registro para el registro de sus metas semanales. El ejercicio se centró en el aumento de la cantidad de caminata a una intensidad moderada, y se aconsejó a las mujeres adoptar una dieta más saludable mediante el canje de los alimentos ricos en carbohidratos para los que tienen un índice glucémico más bajo y limitar la ingesta de grasas saturadas.
Todas las mujeres tomaron una prueba de tolerancia oral a la glucosa normal, pero los investigadores utilizaron criterios recomendados por la OMS más estrictas para diagnosticar la diabetes gestacional y aplicar el tratamiento en consecuencia. En total, 332 (26%) de todos los participantes fueron diagnosticadas con diabetes gestacional, pero el estudio no encontró diferencias significativas entre los grupos estándar y de intervención. Bebés con diabetes gestacional componen el 9% de toda la cohorte de juicio, pero no se observó diferencia entre los grupos estándar y de intervención. Sin embargo, la intervención dio lugar a una carga glucémica más baja y la ingesta de grasa, junto con mayores niveles de actividad que se asociaron con una reducción en la ganancia de peso durante el embarazo y la reducción de la adiposidad (grasa corporal).
La Profesora Lucilla Poston, autora principal de la División de Salud de la Mujer en Kings College de Londres, dice: "Nuestro estudio muestra que una dieta intensiva y régimen de ejercicio por sí solo no puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional en mujeres obesas. Sin embargo, el uso de una prueba de diagnóstico más riguroso para la diabetes gestacional significaba que recogimos más casos. Mientras que la intervención no previene la diabetes gestacional, el estudio UPBEAT ofrece una nueva y eficaz estrategia para mejorar la dieta y la actividad física en las mujeres embarazadas obesas adoptables en centros de salud del Reino Unido. Ahora estamos siguiendo a las madres y niños para ver si las madres se mantienen dieta y actividad y esto tiene un efecto sobre su salud y la de sus hijos."
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