Con la pandemia, muchos consumidores cambiaron sus hábitos alimenticios, motivando a la industria a crear nuevos productos o posicionar aquellos con etiquetas saludables que ya existían en el mercado.
Los efectos que dejó la pandemia, a causa del COVID-19, han sido evidentes desde distintos segmentos. Uno de ellos fue la alimentación, mostrando dificultades para acceder a productos saludables, especialmente durante los primeros confinamientos.
A pesar de esta realidad y del empeoramiento del hambre mundial, la Organización de Naciones Unidas, hace un total énfasis en tener una alimentación saludable, pues lo que comemos y bebemos puede afectar a la capacidad de nuestro organismo para prevenir y combatir infecciones y recuperarse de ellas.
Tomando una mayor conciencia en este tema, muchos ecuatorianos también fueron parte de un evidente cambio en sus hábitos y preferencias. Christian Wahli, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (ANFAB), menciona que a raíz del confinamiento hubo cambios en los hábitos gastronómicos, ya que varias personas comenzaron a cocinar en casa y buscaron productos saludables para evitar enfermarse.
Otro aspecto que resalta Wahli es la eliminación de aditivos, edulcorantes, y colorantes de sus productos. “Los cambios de semáforo en la industria son alentadores ya que para este año estimábamos que el 80 por ciento de la industria siga con un color rojo, pero hoy esta cifra es inferior al 40 por ciento.
Aunque también hay productos que no han podido ser reformulados como son los caramelos y chocolates”, reconoce.
Dentro del mercado de bebidas, una empresa que ha utilizado superalimentos en su producción es Alimentarte, la cual empezó su actividad comercial desde junio 2016, y emplea lupino andino (chocho) cuyo ingrediente posee un alto valor nutricional de proteína, hierro y calcio y otras propiedades para controlar el azúcar de la sangre en pacientes diabéticos, por la presencia de la molécula gamma conglutin.
En la actualidad, bajo la marca Lupwi se comercializan bebidas sabor a chocolate, mora y maracuyá. María del Pilar Mora, gerente técnica y cofundadora de Alimentarte, menciona que, aunque la empresa envía sus bases listas para mezclar a una planta que trabaja con maquila, cuenta con varias certificaciones que respaldan la calidad de sus productos.
Una de ellas es Empresa B, que avala el triple impacto que genera su modelo de negocio social, ambiental y económicamente, y es otorgada por el BLab de Estados Unidos. También posee la certificación Vegan Society de Reino Unido, y Mucho Mejor Ecuador, por ser una Empresa AAA.
Otro producto, consumido a diario por la mayoría de los ecuatorianos es la mantequilla, razón por la cual Vita Alimentos, de Pasteurizadora Quito, decidió innovar en este segmento, siendo consciente de que existe una alta demanda de productos saludables para llevar un estilo de vida moderno.
Por ello, en diciembre del 2021, la empresa sumó a su portafolio Vita Ghee, una mantequilla clarificada, compuesta de grasas saludables, antioxidantes, vitaminas y minerales.
Gabriela Lunavictoria, jefa de Marketing de Vita Alimentos, afirma que este producto, a diferencia de la mantequilla convencional -que es un derivado lácteo generado a partir del batido de la crema de leche con menos del 80 por ciento de materia grasa- es desarrollado a base de crema de leche de calidad premium.
“Al ser una grasa saturada, por excelencia, es más saludable y estable cuando es expuesta a la luz, al oxígeno y por supuesto a las altas temperaturas de humeo, lo cual le permite tolerar temperaturas de 250°c, convirtiéndolo en un producto más seguro para cocinar, freír, dorar y hornear”, explica.
Lunavictoria también acota que el principal nicho de consumidores de este producto son hombres y mujeres, de entre 20 y 50 años, que llevan un estilo de vida saludable, aunque existe una fuerte aceptación entre compradores que sufren de intolerancia a la caseína y lactosa, ya que Vita Ghee no contiene estos componentes.
Dentro de esta tendencia alimenticia a la que muchos ecuatorianos se han sumado, Christian Wahli, de la ANFAB, agrega que el tema del veganismo es un segmento que va a terminar llegando a toda la industria del país.
“Es un mercado que paga bien y los jóvenes, incluso los deportistas, son quienes ponen el precio pero también quieren calidad, ya que estos productos reflejan un estilo de vida”, afirma el directivo tras admitir que el desafío está en hacer productos saludables, pero con un buen sabor.
