Diferentes innovaciones tecnológicas encaminan en la dirección correcta a la industria láctea chilena para enfrentar los desafíos planteados por la crisis climática y asegurar un futuro más sostenible.
La industria láctea en Chile, que produce más de 450 millones de litros de leche fluida al año, está experimentando cambios significativos en respuesta a la crisis climática y la necesidad de usar de manera más eficiente los recursos naturales. Uno de los aspectos clave en esta cadena de producción es la administración agrícola para el cuidado y alimentación del ganado bovino, etapa esencial antes de la producción láctea.
Natalie Jones, Coordinadora del Área de Sustentabilidad del Consorcio Lechero, destaca los avances en tecnología de precisión que están transformando los campos agrícolas para alimentar a las vacas. En Osorno, por ejemplo, el uso de drones para aplicar fertilizantes ha demostrado ser una herramienta invaluable, especialmente después de las inundaciones causadas por las precipitaciones del invierno pasado.
Sebastián Blaña, gerente de Millamac, menciona otro avance tecnológico significativo: el uso de tractores robotizados en lugares como Pichidamas. Estos vehículos pueden diagramar su propia trayectoria y manejarse de manera autónoma, lo que garantiza una aplicación uniforme de productos sin desperdiciar materiales.
Además, la computarización de los sistemas ha permitido estudiar la calidad del pastoreo de las vacas. Pablo Martadidi, Gerente de Producción en el Fundo San José Chiriuco, destaca que esta herramienta proporciona datos precisos sobre la longitud y el estado del pasto, lo que contribuye a una gestión más eficiente de los recursos.
Estos avances tecnológicos no solo mejoran la productividad en la cadena lechera, sino que también contribuyen a la sostenibilidad y la sustentabilidad del trabajo de campo al optimizar los procesos y reducir el impacto ambiental.