Los expertos indican que, aún tiene sus ventajas y desventajas, uno de los métodos ayuda a tener mejores resultados.
Para nadie es un secreto que adelgazar es muy difícil y es una de las tareas que más se proponen las personas ahora que apenas está iniciado un nuevo año. Todos son conscientes de que estar en el peso ideal es lo mejor para la salud y que además tiene un efecto directo en reforzar la autoestima, aunque dejar de comer lo que más le apetece a las personas es un cambio radical que necesita de un esfuerzo día a día.
Sí, la práctica que ha puesto para bajar de peso funciona o no, no es claro hasta varias semanas después, pero lo cierto es que desde el minuto uno se estará pensando en comida todo el tiempo.
Sin embargo, no solo es importante tener cuidado en qué es lo más saludable para comer, sino también cómo se come.
Esa investigación se encargó de analizar y determinar la fiabilidad de los estudios que se centraron en las diferencias entre mantener una dieta hipocalórica basada en alimentos sólidos u otras en alimentos líquidos.
“Sustituir las comidas sólidas por líquidas es una forma de perder peso”, esa es otra de las conclusiones de los investigadores, argumentando que quienes consumen la comida en forma de batido tienden a presentar mayor pérdida de peso y menor índice de masa corporal, porcentaje de grasa y circunferencia abdominal.
Como ellos indican, “reemplazar las comidas sólidas por líquidas en dietas diseñadas para perder peso las convierte en más efectivas”. No obstante, no todo es tan sencillo, porque para el doctor John Sievenpiper, del hospital St. Michael’s de Toronto, “esta es otra forma de alcanzar los objetivos de pérdida de peso, pero hay que enfatizar que no hay un ‘forma definitiva’. El mejor método, siempre, es aquel que el individuo puede seguir y mantener siguiendo todo el tiempo que sea necesario”.
Pero indica que el estudio apunta a un buen horizonte: “Sugiere que los pacientes con diabetes o sobrepeso tienen más de una herramienta para conseguir sus objetivos”.
Y explica: “Creo que sustituir las comidas sólidas por líquidas puede ser una forma de perder peso y, entonces, trabajar para conseguir una mejor dieta, más sana, para mantener esa pérdida de peso y no recuperar los kilos de más”.
