El ajo, más allá de ser un condimento, aporta con muchos beneficios para prevenir y contrarrestar enfermedades. Por ello, forma parte de los hábitos alimentarios y terapéuticos de muchas culturas, según la Dirección Nacional de Alimentos de Argentina.
Este alimento es de origen centro asiático y es uno de los ingredientes fundamentales de la cocina mediterránea, sin embargo, es adoptado hoy en día por muchas cocinas en el mundo. Las variedades más conocidas de este alimento son el blanco y el morado.
El ajo es un antiviral por excelencia, sirve para infecciones en los pulmones, dolores de garganta y dificultades respiratorias. Además, es rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso, según explica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México.
Así mismo, este producto regula los niveles de los triglicéridos y contiene antioxidantes que protegen contra el daño celular y el envejecimiento.
Aunque el consumo de este alimento no garantiza que las personas no se enfermen, los expertos recomiendan incluirlo en la dieta para aprovechar sus beneficios.
Como un complemento a lo anterior, del ajo destacan dos grandes propiedades:
Reduce el colesterol, de acuerdo con el libro El poder curativo del ajo de Stephen Fulder, citado por el portal Salud180, el ajo contribuye a reducir los niveles de colesterol malo y de triglicéridos, a purificar la sangre y a prevenir la coagulación en los vasos sanguíneos y la hipertensión.
Incluso, un estudio publicado en la revista científica Molecular and Cellular Biochemistry afirma que este alimento ejerce un efecto hipotensor y favorece la circulación de la sangre gracias a un efecto vasodilatador que posee la planta.
También, en caso de claudicación intermitente, es decir, cuando la arteriosclerosis afecta las piernas y obliga a pararse con frecuencia a caminar por el dolor que provoca, este alimento ayuda a que la sangre llegue mejor a los músculos.
Ayuda a perder peso, este producto tiene un efecto saciante, por lo que puede ayudar en el proceso de bajar de peso.
El medio menciona que la mejor forma para que el ajo ayude a bajar esos kilitos de más es consumiéndolo crudo, no sin antes contar con la aprobación de un médico. Al consumir este producto crudo será más fácil adquirir todas sus propiedades y beneficios.
Otra manera de consumirlo es por medio de un té y para su preparación, se necesitará de dos dientes de ajo. Para que el ajo haga más efecto, es preferible consumirlo en ayunas o media hora antes de cada comida. Esta bebida, también protegerá el sistema digestivo.
Además de los beneficios mencionados del ajo, el portal especializado Mejor con Salud listó otra serie de propiedades curativas que tiene este producto y que lo pueden volver ideal para incluir en la dieta:
Elimina parásitos: los parásitos intestinales pueden aparecer si se consumió agua no potable o se comió algo cuya procedencia no es tan confiable. Es importante desparasitar el cuerpo al menos una vez al año y una receta para hacerlo es consumir un diente de ajo en las mañanas durante siete días, según recomendó el portal Aldimark.
Cuida la piel: Mejor con Salud destaca que “se puede aplicar de forma directa sobre la piel y resulta muy saludable. Sus agentes curativos favorecen la eliminación de imperfecciones y le brindan una capa protectora contra los daños que causan las arrugas tempranas”.
Disminuye la hipertensión: Healthline cita un estudio en el que las personas con presión arterial alta no controlada que tomaron ajo añejado durante 12 semanas promediaron una disminución de 10 puntos en la presión arterial.