La experiencia de consumo integra lo físico con lo digital, por lo que todo debe estar conectado, incluido el empaque.
Si se realiza una línea de tiempo en la historia del packaging, se puede observar que el avance siempre fue en paralelo con la evolución de los hábitos de consumo.
Es natural que con cada gran transformación de la sociedad se produzcan también cambios a menor escala que impactan en el mercado minorista y, por lo tanto, provocan una evolución en el sistema de protección de la mercadería.
SEE, empresa líder en soluciones de packaging comprometida con la sustentabilidad, comparte cuáles son las tres estrellas del futuro en la industria del packaging.
La satisfacción del cliente exige agilidad, sustentabilidad y conectividad. Actualmente, la experiencia de consumo integra lo físico con lo digital, por lo que todo debe estar conectado, incluso el empaque. Es en este contexto que el papel de la industria ha cambiado.
“No basta con suministrar material de embalaje, es necesario desarrollar sistemas y servicios que satisfagan las demandas de protección con inteligencia y precisión,” explicó Ulisses Cason, vicepresidente de SEE para Latinoamérica.
Automatización: es fundamental para aumentar la productividad y estandarizar los procesos. Es indiscutible la necesidad del desarrollo de materiales cada vez más funcionales que contribuyan a la expansión de la economía circular.
Sustentabilidad: las políticas de RSE, de diferentes sectores, se dirigen hacia un camino de innovación con soluciones que buscan generar un menor impacto ambiental. Es así que la sustentabilidad seguirá marcando el futuro de la industria, y el uso de empaquetados más sustentables es fundamental para reducir el impacto de cada producto en el medio ambiente.
Para poder reducir los residuos desechados, es necesario continuar desarrollando materiales acordes a una economía circular.
A lo largo del tiempo, se ha podido ver un cambio gradual en los tipos de materiales utilizados en la producción de envases. “No podemos dejar de destacar el papel fundamental del plástico, que surgió como envase en el siglo XX y que permitió el desarrollo del mercado alimentario, apoyando la reducción del desperdicio alimentario.
Cuando evitamos desperdiciar proteínas, por ejemplo, también evitamos desperdiciar todos los recursos utilizados en su cadena productiva, como el agua por ejemplo. Se estima que por cada kilogramo de carne se necesitan 15.000 litros de agua para prepararla hasta llegar a la góndola,” detalló Cason.
“Además de la necesidad de reciclar, destaco la necesidad de optimizar el material de embalaje con tecnología y automatización que utilice solo la cantidad de film necesaria para garantizar el nivel de protección considerado óptimo.”
Digitalización
Finalmente, el avance digital es el tercer punto que da impulso al desarrollo de la industria del packaging para los próximos años. Las tecnologías de impresión digital, las soluciones de automatización robótica y los empaques inteligentes ya son realidades en el mercado global, generando conectividad, seguridad alimentaria y una experiencia positiva para el consumidor.
“El empaque siempre ha sido fundamental para el desarrollo del consumo, por eso nosotros como industria tenemos la inmensa responsabilidad de mantenernos siempre en un constante proceso de innovación para traer soluciones que se anticipen a las nuevas necesidades del mercado y estén enfocadas en el cliente,” finalizó Cason.