Se dice que es desconocido, pero siempre que buscamos algo relacionado con el limón persa y su historia, nos lleva a un viaje de más de 2,500 años, al continente asiático.
Para ser específicos en Assam, uno de los estados de India, pasando al Medio Oriente y África, para finalmente entrar a Italia en el año 200 D.C. El limón es un híbrido, o sea, una mezcla de frutos creada por los humanos. Todos los cítricos provienen de los tres cítricos originarios que son: el cidro, la mandarina y el pomelo.
De la mezcla del cidro y la naranja amarga, se crea el limón.Aunque ahora la mayoría de los platillos hispanos tienen así sea unas cuantas gotas de este cítrico o una gran cantidad del mismo, se cree que en un principio este no era cultivado para su consumo. Aunque parezca sorprendente, en sus inicios esta fruta era una planta ornamental, así que se utilizaba para la decoración.
El limón combina con cualquier platillo de la cocina hispana e incluso llega a ser pieza vital de algunos de los platos o bebidas europeas, se lleva bien con el aceite, el perejil y la mayonesa. Reaviva el sabor del pescado, las carnes y los mariscos.
Realza el sabor de las ensaladas, los aderezos y las vinagretas; su ralladura es indispensable en los postres. No se puede imaginar disfrutar de una cerveza fría en una tarde calurosa sin el acompañamiento de una tajada de limón.
Es por esto que países como Colombia y Honduras han aumentado significativamente su producción con el fin de abastecer la demanda del mercado norteamericano además del europeo. El principio activo del fruto de limón persa es el ácido cítrico. Además contiene vitamina c, hierro, calcio, potasio, magnesio, riboflavina y vitamina B6, entre otras. Tiene bajo contenido de azúcar y su aporte de calorías es de sólo 29 kcal por cada 100 g de limón.
Su propiedad medicinal más conocida es su aporte de vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmune. Este alimento es, además, rico en minerales como el potasio, magnesio, hierro y calcio. Su consumo aporta flavonoides, que son fitonutrientes diseñados para combatir los agentes externos que dañan el cuerpo como la contaminación y los rayos ultravioletas.
El potasio del limón tiene propiedades curativas relacionadas al cerebro y la salud del sistema nervioso.
En el mercado latino el consumo per cápita de limón es de 7.2 kg anual, a diferencia del promedio mundial que según la FAO es de 2 kilogramos per cápita anual. Agregar limón a los alimentos es un símbolo de identidad de los hispanos porque su consumo está muy incorporado en la cultura.
En 2019 en Estados Unidos se comercializaron 1.1 billones de libras de limón persa, mientras que en el año 2021 se tuvo una comercialización de 1.5 billones de libras, lo cual representa un incremento del 36%.
El 95% de estos limones provienen de México, el cual es capaz de abastecer la demanda del consumidor todo el año, ya que son varios estados de este país los que producen esta variedad de limón, en el 2021 el 53% de la producción mexicana estuvo a cargo de los estados de Michoacán y Veracruz con un 27% y un 26% respectivamente. Dentro de estos estados, Buenavista y Martínez de La Torre son los dos municipios que mayor volumen producen.
Colombia, que en 2021 fue el segundo país que más limón persa exportó a Estados Unidos, ha tenido un aumento en sus volúmenes de producción del 94% comparado con 2020. Este aumento de producción se ha mantenido constante en los últimos siete años, llegando en 2021 a su nivel de exportación más alto de los últimos siete años.
El deseo de los consumidores por tener limón persa a su alcance todo el año, ha hecho que esta cítrico tengo precios muy volátiles. En 2022 el consumidor pagó por cada limón un precio mínimo de $0.14 la pieza y alcanzó máximos de $0.67 a nivel nacional.
Y como si se necesitaran más razones para consumir limón, se dice que beber agua tibia con limón a primera hora de la mañana actúa como un agente de limpieza para todo el sistema.
Esto debido a que los jugos del estómago y el jugo de limón son muy similares entre sí por lo que ayuda aflojar y eliminar las toxinas que llenan el tracto digestivo.