Un estudio colaborativo realizado por investigadores de distintas universidades peruanas y extranjeras evidenció que existe un mayor consumo de bebidas azucaradas en los adultos que radican en las zonas urbanas del país, en comparación con quienes viven en zonas rurales.
“Evidenciamos un mayor consumo de bebidas azucaradas listas, como gaseosas, en zonas urbanas. Esto puede responder a mayor disponibilidad de tiendas o mercados o también a una mayor capacidad de adquirir estas bebidas. Nuestro trabajo da el primer paso para caracterizar este patrón”, señala Rodrigo Carrillo, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y del Imperial College London, en Reino Unido.
Las bebidas azucaradas son aquellas a las que se les agregó azúcar. En esta categoría se incluyen las gaseosas, jugos, bebidas deportivas, bebidas energizantes y bebidas de reemplazo de electrolitos, entre otras.
La importancia de esta investigación, publicada en la revista Nutrients, radica en la identificación de esta tendencia de consumo. Con esta información se pueden tomar decisiones que tengan como finalidad reducir el consumo excesivo de estas bebidas y, con ello, evitar el desarrollo de enfermedades crónicas, que no suelen reconocerse tempranamente, pues sus síntomas aparecen en una etapa tardía de la enfermedad.
“Uno puede tener diabetes sin saberlo hasta que se presenta un síntoma o complicación, o hasta que se hace una prueba en el contexto de un chequeo anual o campaña de salud. He aquí la importancia de los chequeos regulares, particularmente en personas mayores de 35 años o aquellos con factores predisponentes”, explica Carrillo.
Al determinar que una persona tiene una enfermedad crónica, los médicos suelen realizar una serie de prescripciones, tanto farmacológicas como no farmacológicas, entre ellas la reducción de bebidas azucaradas.
El investigador afirma que “es necesario ofrecer alternativas y seguimiento al cumplimiento de las medidas. Esto implica no solo prohibir el consumo de algo, sino también buscar opciones más saludables con las cuales se pueda reemplazar el consumo de bebidas azucaradas”.
Las bebidas azucaradas preparadas en el hogar
La investigación también identificó que existe un gran número de bebidas azucaradas que son preparadas en el hogar, cuyo consumo no es regulado. Este hallazgo permite reflexionar sobre la importancia del consumo de ciertos alimentos y bebidas en las familias.
“Mientras que los anuncios en alimentos (octógonos) o impuestos a ciertos alimentos pueden disuadir del consumo de bebidas azucaradas listas (gaseosas), serán necesarias otras intervenciones para mejorar el contenido nutricional de lo que se consume en el hogar”, reflexiona Carrillo sobre las medidas que deberían tomarse para regular esta situación.
Los resultados del estudio dan pie a otras investigaciones que puedan brindar mayor información sobre otras medidas para reducir el consumo de bebidas azucaradas, medir su impacto, etc. “La labor del Minsa ha sido importante en la implementación de medidas de beneficio para la salud; sin embargo, se requiere de un refuerzo y mayor vigilancia en base a los recientes hallazgos”, resalta el investigador. “Nuevas medidas pueden ser adoptadas para abordar este problema. Esto puede incluir campañas masivas de comunicación, trabajo con actores de la comunidad, y recomendaciones en los servicios de salud”, finaliza.
En el estudio también participaron Wilmer Cristobal Guzman-Vilca, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia; Edwin Arturo Yovera-Juarez, de la Universidad de Trujillo, Carla Tarazona-Meza, de la Universidad Científica del Sur; y Vanessa García-Larsen, docente de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU.