Los analizadores de composición de infrarrojo cercano proporcionan pruebas prácticamente instantáneas, acelerando el control de calidad de los alimentos en todas las etapas del desarrollo y la producción del producto, al tiempo que reducen drásticamente los costos.
Para los procesadores y fabricantes de alimentos, un analizador de composición puede ser un instrumento crucial en cualquier laboratorio o línea de producción.
Estos analizadores no solo pueden probar la composición, la eficacia y la calidad de los productos alimenticios, sino que también ayudan a evaluar una gran cantidad de componentes además de la humedad, incluidas las proteínas, las grasas, los aceites, los contaminantes, el BTU, la actividad del agua, el contenido de carbono, el espesor de la película y el peso de la capa.
"Debido a la variedad de pruebas precisas disponibles con un analizador de composición, su uso puede mejorar drásticamente la precisión y la exactitud.
Con las calibraciones adecuadas, los operadores pueden emplear un analizador de composición durante cualquier etapa del desarrollo del producto, desde la I+D hasta la producción, para garantizar un resultado de calidad. Su uso puede ayudar a detectar contaminantes dañinos o fallas durante el desarrollo y la producción antes de que un producto llegue a los consumidores", dice John Bogart, director general de Kett US, un fabricante de una gama completa de analizadores de composición orgánica.
Sin embargo, en muchos casos, utilizar métodos de prueba tradicionales para determinar la composición de una muestra puede requerir mucho tiempo y trabajo. Esto puede hacer que los costos de prueba, desarrollo y control de calidad de productos alimenticios se disparen.
Los costos de realizar pruebas, retrasar las operaciones para esperar los resultados y pagar por la compra y eliminación adecuada de productos consumibles como reactivos y productos químicos para las pruebas siguen aumentando.
Por supuesto, los costos de las pruebas insuficientes debido a ciclos de prueba excesivamente largos pueden ser incluso mayores, si la contaminación de los alimentos no detectada o los defectos del producto conducen a retiradas de productos y a una reputación dañada que obstaculiza las ventas.
Afortunadamente, con los instrumentos adecuados y una planificación cuidadosa, los ciclos de prueba prolongados se pueden reducir drásticamente, ahorrando una cantidad sustancial de tiempo y dinero, al tiempo que se mejora significativamente el control de calidad de la industria alimentaria.
"El uso de instrumentos de vanguardia como los analizadores de composición de infrarrojo cercano (NIR) que brindan resultados de prueba de calidad de laboratorio casi instantáneos puede marcar la diferencia durante el desarrollo y la producción.
Este monitoreo puede ser esencial no solo para la precisión y la composición correcta, sino también para la seguridad y el cumplimiento", dice Bogart. Señala que al simplificar el proceso, los fabricantes de alimentos pueden aumentar la calidad de sus productos desde la materia prima, la formulación y el procesamiento hasta la fabricación y distribución del producto final.