De acuerdo con el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación, ciertos alimentos tienen un "poder saciante" más fuerte que otros, significa que algunas comidas contribuyen con mayor facilidad a hacernos sentir llenos más rápido. Ahora, un estudio reciente publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition apoya aún más esta idea. Los investigadores examinaron el papel del espesor en las bebidas con el contenido estomacal.
Este estudio ofrece nuevas pistas sobre cómo funciona la saciedad, pudiendo ayudar a evitar que uno coma en exceso. Al parecer, la forma que uno come es tan importante como los alimentos que decidimos comer.
No es una gran sorpresa que la comida que elegimos comer influye mucho en nuestra salud. Hay muchos factores que afectan nuestros hábitos alimenticios, como la apariencia, el sabor, el olor, la textura, e incluso nuestro entorno social. Mientras que las comidas más grandes pueden llenar el estómago durante períodos más largos de tiempo, hay otros componentes que determinan el hambre que tenemos, los alimentos con un mayor "poder saciante."
Entre ellos se encuentra la temperatura, la nutrición, y ahora incluso, la viscosidad. Por ejemplo, un plato de sopa caliente es capaz de llenar a una persona cuando está enfermo. La cantidad de calorías de un alimento no determina necesariamente lo lleno que lo dejará. Por lo general, los alimentos con altos niveles en proteína mantendrá a uno satisfecho por más tiempo, mientras que los alimentos ricos en grasas ejercen los efectos más débiles de la saciedad. Esto explica por qué sentimos la necesidad de seguir comiendo dulces o snacks como las papas fritas, simplemente no podemos tener sólo una.
En este estudio, los investigadores de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, analizaron los efectos de la viscosidad y el contenido de energía en un estómago. Ellos estaban particularmente interesados en la idea de las calorías vacías y la plenitud fantasma. Se pidió a 15 participantes masculinos que beban una serie de cuatro batidos de leche, las bebidas variaron solamente en el contenido calórico (ya sea 100 o 500 calorías) y el espesor. Después de que los participantes consumieron sus batidos a base de leche, tuvieron que tomar una resonancia magnética de sus estómagos para medir el volumen de líquido. Los investigadores también registraron la plenitude de ellos a través de una serie de preguntas cada diez minutos durante 90 minutos después de la ingestión.
Los investigadores encontraron que las bebidas con 100 calorías dejaron el sistema de los participantes mucho más rápido, pero debido a su espesor, los hizo sentir lleno durante períodos más largos de tiempo.
"Sin embargo, la viscosidad es más importante para aumentar la plenitud percibida. Estos resultados ponen de relieve la falta de la eficacia de saciedad de las calorías vacías de las bebidas ingeridas rápidamente como los refrescos. El aumento de la plenitud percibido que se debe únicamente al aumento de la viscosidad, es un fenómeno que referimos como la plenitud fantasma, puede ser útil en la reducción de la ingesta de energía.” Dijeron los autores del estudio.
Este estudio puede ayudar a combatir el problema mundial de la obesidad, ya que sugiere que podemos tomar bebidas más gruesas para sentirnos llenos. Esto nos puede ahorrar unas pocas calorías, en el largo plazo.
Por Victoria Weler
