La empresa Conaprole podría comenzar a jugar fuerte en el mercado doméstico.
El gobierno nacional decidió flexibilizar las importaciones de productos lácteos desde Uruguay, mientras la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra) anunció que evalúa paros en SanCor, en el marco de un conflicto que el sindicato lleva adelante desde hace tiempo, complicando la producción de la empresa.
Concretamente, a través de la Resolución A 7980, el Banco Central de Argentina anunció la exención del IVA para las compras de varios productos incluidos en la canasta básica de consumo, entre los que se encuentran los lácteos y sus derivados.
De esta manera, la principal empresa uruguaya en este rubro, Conaprole, podría capitalizar esta medida, ya que, según informó Ambito, en 2023 se ubicó entre las 5 compañías más exportadoras del vecino país, al totalizar más de 600 millones de dólares en ventas al exterior.
“Durante el año pasado, exportó más de 170.000 toneladas de productos a más de 60 destinos y se consolidó como la principal empresa exportadora láctea de Latinoamérica y número uno en exportaciones de Uruguay”, informó el medio económico en su edición del 9 de febrero.
Agregó que la empresa exportó el 75% de la leche procesada y, a su vez, alcanzó el 6% del market share en el segmento leche en polvo a nivel mundial, llegando a destinos como Brasil, Argelia, China, Rusia y México. La empresa cuenta con 8 plantas procesadoras y líneas de productos que abarcan leches, yogures, mantecas, dulce de leche, jugos, postres, cremas, quesos, helados, congelados e ingredientes lácteos en polvo.
Así, seguramente, la compañía “celeste” podrá abastecer a un mercado que hoy ve en uno de sus principales jugadores la amenaza de un sindicato que busca “fundir la empresa”, según expresó a ON24 la diputada santafesina y presidenta del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos, Verónica Razzini.
“Querían conformar un fideicomiso para formar parte de la Comisión Directiva, pero se terminó descubriendo que ese fideicomiso no tenía mucha razón de ser y que iban a despedir a más de la mitad del personal”, señaló y agregó que Atilra “solo quería quedarse con un crédito nacional, que después naufragó y eso despertó los bloqueos para intentar comprar la fábrica por tres pesos”.