Después de más de un año de disputa internacional bajo el TMEC, el órgano examinador ha emitido un fallo en contra de México y a favor de EE. UU. y Canadá, quienes sostienen que el maíz transgénico es seguro para el consumo humano y animal.
A pesar de meses de negociaciones entre los tres países, México no pudo demostrar científicamente que el maíz transgénico represente un riesgo para la salud humana, animal o vegetal. Como resultado, el país deberá eliminar las restricciones a la importación de este producto para consumo humano o enfrentará sanciones comerciales por incumplimiento del TMEC.
“El panel del TMEC falló a favor de Estados Unidos en las siete reclamaciones legales, determinando que las medidas de México no tienen base científica y restringen el acceso al mercado acordado en el tratado comercial”, anunció este viernes en un comunicado la representante Comercial de EE. UU., Katherine Tai. Por su parte, el Gobierno mexicano ha respondido que, aunque no está de acuerdo con la resolución, acatará la decisión del órgano internacional.
El panel determinó que las restricciones de México al maíz transgénico no cumplen con varias disposiciones del TMEC y recomendó que el país modifique sus medidas para alinearse con sus compromisos en el tratado.
El árbitro internacional destacó que, aunque México intentó proteger la biodiversidad y la salud pública, no cumplió con los estándares científicos y comerciales exigidos por el TMEC. “México no llevó a cabo evaluaciones de riesgo conforme a los estándares internacionales”.
“La gestión de riesgo no fue documentada ni se permitió a las otras partes del TMEC opinar sobre las medidas. Además, estas no se basan en principios científicos relevantes y resultan más restrictivas para el comercio de lo necesario”, concluyó el panel en su resolución final. El fallo, emitido el 20 de diciembre, otorga a México un plazo de 45 días para cumplir con lo estipulado por el árbitro internacional.