El emirato conocido por sus extravagancias y lujos extremos vuelve a captar la atención mundial con una nueva hazaña: la taza de café más cara del planeta, valorada en casi 1,000 dólares (unos 18,500 pesos mexicanos).
El exclusivo establecimiento Julith, ubicado en un moderno distrito industrial transformado en centro de culto para los amantes del café, ha lanzado esta experiencia sensorial que combina exquisitez gastronómica, ciencia del café y sofisticación comercial.
A partir de este sábado, Julith prevé servir alrededor de 400 tazas de esta bebida única, elaborada con granos panameños de la variedad “Nido 7 Geisha”, cultivados en la reconocida Hacienda La Esmeralda, situada en las laderas del volcán Barú, el punto más alto de Panamá. Este café alcanzó una puntuación récord de 98 sobre 100 en el certamen internacional Best of Panama, considerado el equivalente al “Premio Nobel” del café.
El cofundador del establecimiento, Serkan Sağsöz, explicó que el proceso de preparación está diseñado para maximizar la expresión aromática de cada grano, empleando métodos de filtrado y extracción controlados con precisión. La degustación, que cuesta 3,600 dírhams (unos 980 dólares), se realiza en una sala exclusiva o en un espacio privado donde los clientes reciben una descripción técnica de los aromas y notas del café antes de cada sorbo.
“El perfil sensorial es excepcional: notas florales blancas como el jazmín, cítricos de naranja y bergamota, y matices de albaricoque y melocotón con un final meloso y delicado. Es una experiencia compleja y elegante, más cercana a una cata de té que a un café tradicional”, explicó Sağsöz, quien fue barista y propietario de cafeterías en Turquía durante siete años antes de fundar Julith en agosto pasado.
El lujo no termina en la taza. Julith afirma haber pagado 604,000 dólares (unos 2.2 millones de dírhams) por un lote de 20 kilos de este café durante una subasta internacional en Panamá. La puja, que duró 13 horas y reunió 549 ofertas de compradores de Asia y Medio Oriente, fue descrita como una “batalla entre titanes del café”. La marca venció a competidores asiáticos que tradicionalmente dominan este tipo de subastas.
El resultado refuerza el estatus de Panamá como productor de los cafés más finos y costosos del mundo, especialmente de la variedad Geisha, apreciada por su complejidad aromática, su acidez brillante y su bajo contenido de amargor. En 2023, las exportaciones panameñas de café de especialidad superaron los 15 millones de dólares, impulsadas por la demanda de consumidores premium en Asia y el Golfo Pérsico.
Dubái, por su parte, consolida su papel como capital del lujo gastronómico global. En septiembre, ya había ingresado al Libro Guinness con una taza de café valorada en 680 dólares, ofrecida por otro establecimiento. Con el nuevo récord de Julith, el emirato eleva nuevamente la vara del consumo de lujo extremo.
“El mercado de experiencias exclusivas en Dubái está en auge; aquí, disfrutar del café más caro del mundo es tanto un acto de placer como de estatus”, comentó Inès, una residente local.
Salvo una pequeña porción reservada para la familia real de Dubái, Julith no planea vender su café a otros establecimientos, pese a las múltiples solicitudes recibidas de coleccionistas y compradores asiáticos. Su objetivo, asegura la empresa, es convertir cada taza en un símbolo del arte, la ciencia y el lujo que definen a Dubái.













